La Plaza Jaume I de Sedaví se convirtió en el escenario de un emotivo acto que trajo luz y esperanza a los vecinos de este municipio de l'Horta Sud, tan duramente golpeado por la DANA del pasado 29 de octubre.
En un evento completamente inesperado, un piano apareció sobre las baldosas de la plaza, el mismo lugar que 45 días antes había sido testigo de la devastación, con coches apilados y hogares arrasados por la riada. La comunidad, aún en proceso de recuperación, vivió un momento inolvidable cuando el cantante y pianista de talla internacional Serafín Zubiri se sentó al piano para ofrecer un concierto altruista lleno de emoción y solidaridad.
Zubiri explicó que se sentía en deuda con la comarca de l'Horta Sud, donde ha trabajado en numerosas ocasiones, y eligió Sedaví para este acto por razones personales y profesionales. En esta misma plaza había ofrecido su último concierto en la zona el pasado 21 de septiembre. Además, su mánager y amigo, Tony Gil, vecino de Sedaví y también afectado por la Dana, fue una inspiración clave para esta iniciativa.
Tributo
El concierto fue un tributo a los damnificados, a las víctimas y sus familias, así como a los voluntarios que trabajaron incansablemente tras la catástrofe. Desde las primeras notas, Zubiri cautivó a los presentes con un repertorio que incluyó canciones propias, los temas que interpretó en el Festival de Eurovisión y melodías icónicas de Disney, como "La Bella y la Bestia". No faltaron los villancicos navideños ni la emblemática canción "Santa Lucía", en honor a la patrona de los ciegos.
El momento más emotivo llegó al final, cuando Zubiri invitó a los asistentes a acercarse para compartir el calor humano en una fría noche de diciembre. Juntos interpretaron "Color Esperanza", creando un instante inolvidable de unión y esperanza.
Zubiri expresó su agradecimiento al Ayuntamiento de Sedaví, encabezado por el alcalde José Cabanes, por hacer posible este acto. También reconoció la colaboración altruista de la empresa Piano Importa de Xàtiva, que facilitó el piano; la compañía DB Level, encargada del material técnico; y su técnico de sonido, Charlie Navarro, quien aportó su experiencia con generosidad.
Especialmente emotivo fue el agradecimiento a Tony Gil, cuyo apoyo y amistad fueron clave en la organización de este evento. Ambos se fundieron en un abrazo al cierre del concierto, visiblemente emocionados.
Los vecinos de Sedaví, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, agradecieron a Zubiri por este gesto que les devolvió la esperanza y el ánimo en unas fechas que, aunque marcadas por el dolor, ahora cuentan con un recuerdo lleno de luz.
Un gesto inolvidable que demuestra que, incluso en los momentos más oscuros, la música y la solidaridad pueden devolver la alegría y la esperanza.