Los sistemas de progresión son métodos matemáticos que utilizan los jugadores para gestionar sus apuestas con la esperanza de maximizar beneficios o minimizar pérdidas. Se aplican, sobre todo, en juegos como la ruleta online, el blackjack, los dados o incluso en apuestas deportivas.
Su lógica es simple, consiste en ajustar la cantidad apostada en función del resultado anterior. Si pierdes, subes la apuesta (progresión negativa); si ganas, también puedes aumentarla (progresión positiva), dependiendo del sistema que sigas. Su propósito es claro: intentar contrarrestar una racha negativa o aprovechar una positiva.
Aquà es donde la teorÃa choca con la realidad. Aunque estos sistemas parecen tener sentido en papel, en la práctica, presentan varios problemas:
Cada giro de la ruleta, cada carta repartida, cada tirada de dados es un evento independiente. Que hayas perdido cinco veces seguidas no significa que la sexta vas a ganar. Creer lo contrario es caer en la falacia del jugador.
Los casinos (tanto fÃsicos como online) imponen lÃmites de apuesta para evitar precisamente que los jugadores usen estos sistemas de forma indefinida. En una Martingala, por ejemplo, bastan ocho o nueve pérdidas seguidas para alcanzar lÃmites que te impidan seguir aplicando el sistema. Además, necesitarÃas un bankroll enorme para resistir la presión.
Ningún sistema de progresión cambia las probabilidades fundamentales del juego. En la ruleta europea, por ejemplo, la ventaja de la casa es del 2,7% y seguirá siéndolo, uses o no un sistema. Lo que cambian es la forma de gestionar tu dinero, pero no el fondo de tus posibilidades.
Porque ofrecen
Algunos usuarios también las usan como forma de autocontrol: en vez de apostar impulsivamente, siguen una pauta concreta. Esto puede ayudar a mantener la disciplina, aunque no garantice éxito.
Desde una perspectiva matemática, no. Pero desde una perspectiva psicológica o de entretenimiento, sà pueden tener su espacio. Por ejemplo:
Eso sÃ, no deben verse como herramientas de inversión o métodos infalibles. Y mucho menos como sistemas para "ganar a la casa".
