La Conselleria de Transición Ecológica ha valorado la renuncia de la
cementera de Buñol a la incineración de residuos como combustible de
sustitución en el horno de fabricación de 'clinker' blanco (compuesto
para la fabricación de cemento).
La solicitud, presentada
por Cimsa Cementos España SAU, en el registro de entrada de la
Generalitat este mes de febrero, se incluirá, a través de la dirección
general de Calidad y Educación Ambiental en la Autorización Ambiental
Integrada dentro del proceso de revisión de la autorización ambiental de
esta instalación.
La consellera de Agricultura, Desarrollo
Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Miriea Mollà , ha
señalado que la decisión "supone un importante paso adelante en la
mejora de la sostenibilidad ambiental de este tipo de instalaciones en
la Comunitat Valenciana y un claro ejemplo de que el tejido social,
empresarial y la Administración pueden alcanzar objetivos comunes".
Las
operaciones de valorización energética de residuos peligrosos se
realizan en diferentes paÃses de la Unión Europea, incluida España. Una
realidad que ha llevado al legislador estatal y a las autoridades
europeas a incluirlos entre los procesos susceptibles de autorización en
la correspondiente normativa medioambiental.
Al amparo de
dicha normativa europea, la fábrica de cemento blanco de Buñol obtuvo en
su dÃa la correspondiente autorización para la utilización de residuos
peligrosos como combustible de sustitución, con los lÃmites y
condicionantes que la autoridad medioambiental acordó en su momento.
A
este respecto, el nuevo Plan Integral de Residuos de la Comunitat
Valenciana, Decreto 55/2019, de 5 de abril, del Pircva019, introdujo
importantes restricciones al uso de este tipo de materiales en los
hornos de cemento, al requerir, entre otros, un tratamiento previo en
todos los casos, asà como nuevas técnicas disponibles en materia de
control.
Además, el régimen actual de pago por derechos de
emisión favorece la utilización de alternativas no peligrosas y de
biomasa en este tipo de instalaciones frente a otros materiales.
En
el caso de la cementera de Buñol, la mayorÃa de los residuos
incinerados procedÃan de otras comunidades autónomas que a partir de
ahora se tratarán en los territorios de origen, en pro del principio de
proximidad de la UE.
Para el director general de Educación y
Calidad Ambiental, Joan Piquer, "esta renuncia supone la culminación a
un trabajo conjunto de la sociedad civil y ambiental de la comarca de la
Hoya de Buñol, la Generalitat, asà como los ayuntamientos de Buñol y
del resto de la comarca, para conseguir este objetivo."