¿A que cuando se levanta de la
cama piensa que hoy puede ser un gran dÃa porque lo mejor siempre está por
llegar? Encadenar muchos mejores dÃas está en nuestras manos: si no fuma, su
expectativa de vida es, al menos, 10 años superior a la de los fumadores. Lo
advierte el jefe de OncologÃa del Instituto Valenciano de OncologÃa (IVO),
Vicente Guillem, y seguimos sin interiorizarlo.
Esta semana el Ministerio de
Sanidad ha presentado una encuesta que confirma que ya hay tantos fumadores
como antes de las leyes antitabaco y que el consumo entre la población joven ha
subido en cinco puntos. De la estadÃstica a la dramática realidad: los
cigarrillos matan anualmente en España a 52.000 personas. Unas cifras
inasumibles si las comparamos, por ejemplo, con los fallecidos en accidentes de
tráfico, aclara el jefe de sección de OncologÃa del hospital La Fe, José Gómez
Codina: "Todos recordamos muchas campañas televisivas de lucha contra los
accidentes de tráfico. Anualmente mueren en la carretera 1.300 personas frente
a 21.000 sólo de cáncer de pulmón y ¿cuántas campañas hemos visto para luchar
contra el tabaco?"
"Los efectos perniciosos están
perfectamente demostrados", insiste Gómez Codina, no sólo en enfermedades
pulmonares y cardÃacas sino en 15 tipos distintos de cáncer. Los cigarrillos
son los responsables de entre el 80 y el 90% de diagnósticos de neoplasia de
pulmón, con un Ãndice de supervivencia únicamente del 20%, explica Guillem. Y
añade: está en el origen de la mitad de los cánceres de vejiga, el 84% de
laringe, el 35% de esófago, el 25% de hÃgado o el 13% de páncreas, colon,
ovarios y útero.
"En el cáncer de pulmón, pese a
las nuevas alternativas, seguimos enfrentándonos a una enfermedad que mata y
que mata mucho. Es el cáncer más mortal y, paradójicamente, el más prevenible
porque sabemos que si no existiera el tabaco, no tendrÃamos el 80% de los
cánceres que tenemos", reitera José Gómez Codina. Y corrobora Vicente Guillem:
"Es la principal causa de muerte oncológica en ambos sexos y el riesgo de
padecerlo entre los fumadores es entre 10 y 20 veces mayor que entre los que no
fuman". Las cifras confirman la estadÃstica de Sanidad que nos ha puesto en
alerta nuevamente: "En los últimos 10 años, han fallecido un 20% más de mujeres
y un 5% más de hombres por hábito tabáquico", recuerda el jefe de OncologÃa del
IVO.
¿La batalla está perdida? ¿Qué
podemos hacer?
El doctor Gómez Codina señala el camino: "El factor clave en
la lucha contra el tabaquismo es intentar evitar que la gente empiece a fumar
y, por tanto, la labor deberÃa ir encaminada hacia los adolescentes. Hay que ir
a los colegios para estigmatizar el tabaco. Cuando yo era pequeño, todas las
grandes actrices de Hollywood fumaban y ahora lo hacen sólo los villanos. Eso
es lo que hay que transmitir, que es algo deleznable y no da glamour. Fumar es
cutre".
El tabaco, además, tiene un tiempo de latencia y el efecto
pernicioso aparece después de años pero es malo desde la primera calada. Por
tanto, es esencial no minusvalorar esa
práctica tan interiorizada socialmente del cigarro después de comer: "La acción
negativa es desde la primera calada y toda cantidad es mala para la salud.
Fumar poco también es perjudicial. No vale decir que el riesgo es despreciable
por fumar poco", alerta Gómez Codina.
Las cajetillas no sólo disparan
el riesgo oncológico sino que empeoran el pronóstico. Están de acuerdo Vicente
Guillem y José Gómez Codina: "Cualquier paciente con cáncer debe dejar de fumar. Cualquier
fumador está sometido a mayor riesgo y cualquier persona que haya tenido un
cáncer tiene, en general, más posibilidades de tener otro. Si además le pones
un factor de riesgo tan importante, el riesgo individual será mayor".
Las ventajas de pisar una colilla
para siempre, recuerda Vicente Guillem, van más allá de las oncológicas:
"Ahorro económico, las comidas saben mejor, el olfato vuelve a ser normal, los
dientes y las uñas dejan de tener un color amarillento y, por ejemplo, se suben
escaleras con menor dificultad. Además, retrasa la aparición de arrugas en la
piel y previene las enfermedades en encÃas y la pérdida de dientes".
DESPIECE
Aún está a tiempo: ¿Qué gana si
deja de fumar?
¿A que está de acuerdo con el
cantante Dani MartÃn cuando reivindica que la vida es bonita? Pues luche por
alargar la suya. El jefe de OncologÃa del IVO, Vicente Guillem, establece una
cronologÃa llena de ventajas.
20 minutos después: Disminuye el
riesgo cardÃaco y la presión sanguÃnea.
12 horas después: Baja el nivel
de monóxido de carbono en sangre.
De 2 a 3 semanas después: La
circulación mejora y la función pulmonar aumenta.
De 1 a 9 meses después: Se
rebajan la tos y el riesgo de infecciones.
1 año sin cigarros: El riesgo de
presentar cardiopatÃa coronaria se reduce a la mitad.
5 años después: La posibilidad de
desarrollar cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga baja a la mitad y el de
cuello uterino se iguala al de una mujer no fumadora. Lo mismo sucede con la
posibilidad de presentar accidentes cardiovasculares.
A los 10 años: Tiene la mitad de
posibilidades de fallecer por cáncer de pulmón.
15 años después: El peligro de
sufrir una cardiopatÃa coronaria es igual al de un no fumador.