Tras las
informaciones y datos obtenidos a través de varios medios y de las reuniones
mantenidas con colectivos, afectados y profesionales, Unión Progreso y
Democracia ha constatado que existe un grave riesgo de colapso en los accesos a
Valencia como consecuencia de un inadecuado diseño, previsión y
dimensionamiento de la conexión del futuro centro comercial IKEA con la V-31. Así
lo recoge un informe que ha presentado hoy la formación magenta ante el
Ayuntamiento de Valencia.
Según el
coordinador local de UPyD en Valencia, Eduardo Gómez, "de no solucionarse
adecuadamente los accesos, los habitantes y visitantes de la ciudad de Valencia
pueden sufrir graves retenciones y problemas para el acceso al municipio sin
olvidar que esta saturación de tráfico puede incluso afectar a los acceso a uno
de los principales centros económicos de la ciudad: el Puerto de Valencia".
La formación magenta detalla en su informe las
deficiencias actuales en las señalizaciones y accesos de Valencia, las cuales
podrían agravarse con la llegada de IKEA y afectar al tráfico no sólo de la
ciudad, sino también de municipios como Alfafar y Masssanassa. "El Ayuntamiento
parece no haber realizado análisis ni informe alguno que deje constancia del impacto
del nuevo centro comercial sobre el tráfico en los accesos a Valencia, como
tampoco parece haber presentado alegaciones al proyecto del Ministerio de
Fomento. Por ello, y dado el avanzado estado de tramitación de las obras y de
su ejecución, así como el coste que supondría un cambio sustancial infringiendo
los principios de austeridad y eficiencia, UPyD propone como solución la
ordenación de los flujos circulatorios mediante señalizaciones que recomienden
determinados accesos y pequeñas mejoras en determinados accesos", señalan desde
la formación.