Unión Progreso y Democracia presentó ayer martes cuatro
alegaciones al expediente de tramitación del PAI del Parque Central de
Valencia. Tras un análisis del proyecto, la formación magenta explica en su
escrito que el PAI, actualmente en tramitación, se sustenta en unas previsiones
económicas y urbanísticas absolutamente desfasadas (datan del 2003), que chocan
gravemente contra la realidad actual y las lecciones que nos ha dado la actual
crisis económica y financiera sobre los grandes proyectos urbanísticos en la
ciudad de Valencia, como su nula rentabilidad, la ruptura de la armonía y
paisaje urbano y irrealidad de las previsiones de plusvalías urbanísticas.
El coordinador local de UPyD en
Valencia, Eduardo Gómez, ha señalado que el proyecto, además de haber caído en
desfase económico, cae en el error de "vincular dos infraestructuras que tienen
necesidades o prioridades, naturaleza y objetivos totalmente diferentes: la infraestructura ferroviaria
,
consistente
en el soterramiento de vías y la conexión ferroviaria con el Corredor
mediterráneo, y la consolidación urbana de la superficie actualmente ocupada
por vías, que consiste en el ajardinamiento y construcción de enormes torres de
inmuebles, incluido el edificio comercial de la nueva estación central".
UPyD entiende que ligar la financiación y tramitación del proyecto urbanístico
al ferroviario está suponiendo una grave demora y perjuicio para la conexión
con el Corredor mediterráneo.
"En medio de una crisis inmobiliaria,
las cifras previstas para de aprovechamiento urbanístico son irreales, especialmente
si tenemos en cuenta las 10.000 viviendas vacías con las que cuenta la ciudad y
la cantidad de de empresas que ha cerrado. Se presenta un proyecto urbanístico
que implica la vuelta a fallos del pasado y a grandes proyectos que rompen con
una ciudad que debería aspirar a la unión entre barrios y al desarrollo
económico planificado. Por ello pedimos desligar la remodelación ferroviaria
del PAI y revisar y reformular éste teniendo en cuenta precios actuales, la
imposibilidad de obtener aprovechamientos urbanísticos previstos en 2003 y la
necesaria armonización de construcciones con la trama urbana ahora existente",
concluye Gómez.
