El alcalde de Rocafort., Gorka Gómez. -EPDAEl detonante fue la decisión del alcalde de la localidad, Gorka Gómez, cabeza de lista del PP que accedió a la alcaldía tras un pacto con VOX, de ordenar borrar un graffiti pidiendo el alto el fuego en Palestina. Gómez asegura que no existió motivación política en su decisión pero resulta que el mural llevaba en el municipio desde marzo y Gómez no ordenó su borrado hasta justo el día en el que España reconocía, junto a otros dos países europeos, la existencia de un estado palestino.
De hecho cada vez que el alcalde de Rocafort ha intentado defender su opción ha caído en contradicciones. El momento más claro de esto fue cuando fue interpelado en el pleno por su decisión de censurar el mural. Tal y como se escucha en el vídeo adjunto a esta noticia, Gómez asegura que "no tiene nada que ver pintar un muro con censurar" para luego afirmar que el ayuntamiento puede llegar a mostrar permisividad con los grafittis, aunque estén hechos sin autorización municipal, siempre que no traten de los temas que "dividen a la sociedad".
De hecho durante su intervención en el pleno puede escucharse como Gómez desaprovecha la ocasión de cerrar la polémica ciñéndose a que la ordenanza municipal no permite que haya ilegales y lista los temas que no permitirá en el municipio cuyo ayuntamiento dirige: "ni de Palestina, ni de Afganistán ni de gays, ni de cualquier tipo de esto...". Llevando de esta forma la polémica un paso más allá al pasar de una opinión política sobre una catástrofe humanitaria a una prohibición implícita de expresar en forma de pintura la igualdad de las personas LGTBI". Dicho esto el alcalde que aseguraba que no había censura en su ayuntamiento zanja con un "no hay debate".
De hecho, en otro esperpéntico momento del debate, Gómez asegura que tapar para que nadie vea un mural de apoyo a Palestina el mismo día que España reconoce la existencia de un estado palestino no es una decisión personal suya sino "una cuestión del estado español".
Con este panorama, no es de extrañar que escale la tensión, mediática y social. Las palabras del alcalde han sido recogidas por la prensa nacional, y ya hay convocada una protesta para este viernes 31 de mayo a las 19:00 horas en el mismo lugar donde se encontraba la obra gráfica, el Passeig de la Sèquia, como muestra de disconformidad con la censura muncipal.
