La Coordinadora Feminista de València se concentra ante la Ciudad de la Justicia para apoyar a la mujer agredida por su expareja en Massamagrell, al inicio del juicio por estos hechos. EFE- Biel Aliño
La Coordinadora Feminista de València ha mostrado su apoyo a la mujer a quien su expareja acosó, amenazó e intentó asesinar a cuchilladas en una calle de Massamagrell con una concentración ante la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde este lunes comienza el juicio por estos hechos ocurridos en marzo de 2021.
Tras una pancarta con la frase "Contra todas las violencias machistas", las concentradas han gritado frases como "patriarcado y capital, alianza criminal", "Si tocan a una, tocan a todas", "Contra el terrorismo machista, lucha feminista" o "El negacionismo machista, mata".
En nombre de la Coordinada Feminista, Cándida Barroso ha denunciado la "deriva" que está tomando el Gobierno valenciano "negando la violencia machista estructural" y "dando apoyo" a los negacionistas, y ha asegurado que las últimas reuniones de la Conselleria de Justicia son "una burla al dolor de las miles de mujeres que están sufriendo esta violencia estructural".
"Es un día triste pero esperanzador. Triste porque es una muestra palpable de que la violencia machista es estructural y deja no solo mujeres y criaturas asesinadas, sino que deja mujeres destrozadas y con secuelas de por vida", ha dicho para añadir que están hoy concentradas para transmitir su "cariño, sororidad y para que sepan las instituciones que vamos a estar vigilantes para que se haga justicia"
"Nos preocupa que digan que todas las violencias son iguales y que len den carta de naturaleza a esa Fundación de Hombres Maltratados", ha señalado Barroso, quien ha agregado que este es "un caso especial. Ha sido terrible porque no se daba cuenta de que estaba siendo vigilada, lo sospechaba pero no lo sabía".
Barroso ha añadido: "Exigimos que hombres que tienen órdenes de alejamiento y sentencias condenatorias, y pueden estar acosando a las víctimas, que sean los controlados. No puede ser que salga una mujer a la calle y estar mirando hacia atrás continuamente por ella o por sus hijos".
Los hechos por los que se juzgan al acusado de intentar matar a su expareja sentimental con un machete, y para el que la Fiscalía pide inicialmente una pena de prisión de 18 años y once meses por un delito de asesinato en grado de tentativa y los delitos de acoso y amenazas, se produjeron a primera hora del 8 de marzo de 2021 en una calle de Massamagrell.
La víctima y el agresor habían finalizado su relación en septiembre de 2019 tras haber estado casados durante seis años. Según mantiene la acusación pública, el hombre no aceptó la ruptura e intentó retomar la relación con contactos con la mujer de forma insistente para concertar una cita.
Así, enviaba a diario mensajes de whatsapp o correos electrónicos a la víctima en los que le recriminaba su actitud, y también acudía a los alrededores de su domicilio o al lugar donde ella aparcaba, lo que generaba en la víctima temor y desasosiego, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La Fiscalía relata en su escrito de acusación que el día de los hechos, el encausado esperó en la puerta de la casa de la víctima a que ésta saliese para ir a trabajar, rutina que seguía todos los días.
Cuando la mujer se acercó a su coche, la asaltó por sorpresa armado con un machete, la tiró al suelo, se colocó a horcajadas sobre ella y, con la intención de acabar con su vida, le clavó el arma en varias ocasiones en el tórax, el abdomen y los brazos.
Un vecino y la pareja de la víctima acudieron en su ayuda y trataron de parar el apuñalamiento tras darle golpes en la cabeza al agresor, que quedó aturdido y pudo ser reducido.
La acusación pública mantiene que el hombre actuó bajo la idea de dominación sobre la que fuera su mujer, que necesitó asistencia sanitaria y quirúrgica urgente y tardó 106 días en recuperarse de las heridas, además de soportar secuelas psíquicas y varias cicatrices.
