Las
semillas
autoflorecientes son cada vez más utilizadas, parece
que están más de moda que nunca y reciben críticas realmente
positivas por parte de los cultivadores de cannabis. Cuando se
empezaron a comercializar los resultados no eran tan frondosos, así
que muchas personas se quedaron con esa idea primitiva. En la
actualidad, estas semillas presentan multitud de ventajas que
detallamos a continuación.
Las semillas autoflorecientes
Estas
variedades se aprovechan habitualmente de la variedad Cannabis
Ruderalis para generar plantas que crecen y florecen sin
depender de las horas de luz. Esto se ve como una ventaja notable a
la hora de plantear el cultivo en exteriores o el autocultivo en
domicilios particulares. Florecen en función de su edad, algo que
deben a su variedad “madre” que procede de Asia, una zona con
menos luminosidad en general.
Más cosechas en la misma temporada
Estas
semillas se pueden cosechar más temprano, por tanto, con semillas
autoflorecientes se pueden obtener más cosechas en una sola
temporada. La mayoría de las semillas únicamente dan lugar a
una cosecha por cada temporada y en este caso las opciones se
multiplican, ya que no dependen tanto de la duración del verano o
las horas de luz. Esto hace que los cultivadores sean más
productivos y el resultado más abundante.
Un cultivo más sencillo
Las
semillas autoflorecientes ofrecen cultivos más sencillos a todos los
niveles. Además de la ventaja ya mencionada sobre las horas de luz,
también se crean plantas más resistentes y robustas que
aguantan condiciones más complicadas. Tienen una gran genética así
que tampoco caen tan fácilmente en las enfermedades propias de estas
plantas y este conjunto de características hace que su plantación
resulte más fácil.
Un tamaño ideal
Este
tipo de variedades presentan un tamaño cómodo y manejable.
De hecho, no superan mucho más de 1 metro de altura. Para los
cultivos con espacios limitados, algo muy habitual en las
plantaciones de interior, esto supone una inmensa ventaja. También
es la solución perfecta para las personas que cultivan al aire
libre, pero buscan la discreción en sus labores. Pueden crecer
fácilmente en armarios y en balcones, por lo que prometen una gran
practicidad.
Resistencia al clima y eventualidades
Como
ya mencionamos previamente, las semillas autoflorecientes
proporcionan plantas realmente resistentes. Esto implica que también
aguantan muy bien los cambios en las condiciones climáticas,
en las condiciones de los ciclos de luz y resisten la aparición de
diferentes enfermedades. Son unas auténticas supervivientes que
hacen la vida mucho más fácil a los productores. También resisten
a plagas, moho u hongos, por lo que su mantenimiento se vuelve uno de
los más sencillos de llevar a cabo.
Evolucionan en positivo
Las
semillas autoflorecientes son cada vez mejores, sus resultados son
tan positivos que se trabaja mucho en ellas y cada vez salen
variedades más óptimas. Algunos dicen que son el claro
futuro del cultivo de cannabis, y no faltan razones para pensarlo.
Desde la primera variedad han cambiado de una forma muy favorable y
prometen seguir evolucionando de forma cada vez más práctica y
solvente, siendo la solución para muchos cultivadores y una ayuda
para aquellos que se inician.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia