Maite Pérez, alcaldesa de Albalat dels Tarongers. / EPDA Estamos en el ecuador de las legislaturas municipales, unas de las más complicadas que se recuerdan: los ayuntamientos han tenido que adaptar sus propuestas iniciales a una situación sanitaria sin precedentes. No ha sido un año fácil para nadie; para los alcaldes tampoco. Maite Pérez, la alcaldesa de Albalat dels Tarongers, cuenta a qué ha tenido que hacer frente el consistorio durante este último año.
¿Qué balance hace de estos dos años de legislatura marcados por la pandemia?
Estos dos primeros años de legislatura han estado condicionados al Covid. La actividad social, polÃtica, cultural, festiva y, en general, la de poder en actividad al pueblo, se ha visto totalmente paralizada. Los proyectos que hemos podido llevar a cabo a través del ayuntamiento y que ya estaban encauzados antes de que llegara todo esto han seguido en marcha. Sin embargo, las administraciones públicas han ralentizado mucho su trabajo, sobre todo porque los ayuntamientos pequeños dependen de la Diputación.
Esos primeros meses de pandemia, ¿cómo fueron?, ¿cómo los afrontó el Ayuntamiento?
Nos pilló a todos por sorpresa. Nosotros limitamos, como todo el mundo, las visitas al ayuntamiento. Cuando se decretó el estado de alarma seguimos teletrabajando. Desde el ayuntamiento hemos podido siempre guardar las medidas de seguridad e higiene. De la manera que podÃamos y con el poco personal que tenemos, empezamos a llevar medicamentos a las personas más mayores y dependientes que lo necesitaban. Se hizo un grupo de voluntarios y todas las semanas se salÃa a desinfectar las calles del pueblo y los parques. Fue muy duro. Desde el ayuntamiento, además, intentamos en todo momento crear muchas iniciativas pensando siempre en los más pequeños, que eran los que, al fin y al cabo, lo estaban pasando más mal porque no entendÃan qué estaba pasando. Hicimos unos retos semanales. Desde casa, los hacÃamos participar en actividades distintas: un dÃa hacÃamos una fiesta de disfraces (se tenÃan que disfrazar y nos mandaban las fotos), cuando llegó Pascua, tenÃan que pintar huevos de pascua. Cuando llegó mayo les dejamos a todos los niños una planta en la puerta de sus casas y tenÃan que decorar una maceta. El ayuntamiento les regaló una planta a los niños. La verdad es que creo que, de forma inactiva, fuimos muy activos.
A partir de cuando acabó el confinamiento, ¿qué restricciones a nivel se implementaron?
Tanto los ayuntamientos de la mancomunidad de los valles como la Mancomunidad de la BaronÃa mantuvimos un par de reuniones y decidimos que tenÃamos que ir todos a una. Fue la decisión más acertada que podÃamos tomar. Decidimos que ningún ayuntamiento abrirÃa las piscinas, cancelamos las fiestas y también las escuelas de verano. En verano nos relajamos todos mucho. Tuvimos que llegar a septiembre para ver hasta qué nivel nos relajamos en el verano. Fue una decisión muy complicada. Les estábamos quitando a los vecinos lo que llevaban todo el año esperando: las fiestas, la hermandad, la armonÃa y la convivencia. Esa decisión fue una de las más duras para los alcaldes, pero en ese momento, igual que ahora, primaba el bienestar de los vecinos.
Qué tipo de ayudas económicas se han llevado a cabo para proteger a la ciudadanÃa y a los comercios locales?
El Ayuntamiento de Albalat dels Tarongers tiene los servicios sociales delegados en la Mancomunidad de La BaronÃa. La Mancomunidad ha trabajado durante todo este año de una forma brutal e impresionante. Las personas que se dedican a la ayuda de domicilio han continuado ayudando a los más mayores, a los más vulnerables. Se ha seguido dando ayuda económica a quien lo necesitaba. Nosotros como ayuntamiento no tenemos esa potestad. A nivel de comercio local estamos acabando de recoger toda la información del Plan Resistir por parte de la Generalitat Valenciana para poder pagar a los bares y a los autónomos que se han visto afectados. Cuando paguemos el Plan Resistir, si nos sobra dinero, decidiremos si lo cedemos a otro tipo de negocio; pero es algo que está todavÃa pendiente.
¿En qué ha avanzado el municipio durante estos dos años de legislatura?
Más que avanzar, todo se ha ralentizado. Pero no sólo en Albalat, sino en todos los lugares del mundo y debido a esta situación sin precedentes. Lo más importante durante este tiempo ha sido tratar de que la gente siga viviendo. El estallido de la pandemia en España nos pilló con la plaza principal del pueblo en obras de cañerÃas. Literalmente el pueblo estaba abierto en canal. El pueblo ha avanzado en la medida de lo posible. Se han seguido haciendo fajas perimetrales en montaña para proteger las viviendas en caso de incendios, se han arreglado muchos caminos rurales, muchos otros de dentro del Parque Natural de la Sierra Calderona para que en caso de incendio los camiones de Bomberos pudiesen pasar. Además, hemos hecho obras en la piscina. Sin embargo, lo principal y, para mà como alcaldesa y como vecina, en lo que hemos avanzado ha sido en el respeto y en la convivencia de unos a otros
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Debido a la cancelación de las fiestas, ¿qué tipo de iniciativas reemplazaron estas fiestas?
Nosotros hicimos un par de espectáculos para los niños en las calles. Con dos tuvimos suficiente. La gente se relajó tanto que se dejaron de guardar las medidas de seguridad. Se hacÃan grupos. Con todo el dolor de nuestro corazón tuvimos que dejar de hacer este tipo de proyectos.
¿Se contempla a dÃa de hoy mantener las fiestas de Albalat de este año?
Igual que hicimos el año pasado, todos los alcaldes de la comarca, tabmién el de Albalat, nos vamos a reunir para contemplar la mejor opción tanto para nuestros vecinos como para la comarca en su conjunto. El objetivo es el de frenar la pandemia y, para ello, hay que contribuir desde el pueblo más pequeño del rincón más remoto. La salud de la sociedad es lo primordial, por encima de cualquier celebración que implique celebraciones masivas. Queremos evitar que haya contagios o brotes masivos.
¿Qué mensaje manda a los vecinos de Albalat?
Lo estamos haciendo bien en Albalat. Ahora mismo no tenemos ningún caso. La gente está muy concienciada desde el primer momento. Para mà es un orgullo. Si hacemos las cosas bien, estamos todos bien. A dÃa de hoy, les pido a los vecinos que sigan siendo tan ejemplares como lo han sido hasta ahora. Que sigan cumpliendo las medidas de seguridad decretadas. Además, les pido paciencia y que sigan vacunándose para salir de esto lo antes posible.
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