Alejandro Cortés./EPDA
Está ocurriendo un caso muy extraño, los que
tenemos la suerte de continuar en el mismo trabajo desde hace años y seguimos
viviendo de la misma forma que hace años, ¿Qué nos ocurre?, ¿Estamos mejorando?
La respuesta es negativa, por lo contrario, tenemos que mirar más los gastos,
hacer más cálculos, apretarnos más el cinturón.
¿Tiene sentido esta situación? ¿Es progreso?
¿Mejoramos el nivel de vida? La sensación amarga es de ir a peor, de
empobrecernos, salir a tomar algo, ir a comer o cenar a un restaurante cada vez
es más caro, viajar, dar una vuelta con el coche cada vez más gravoso, pero sin
embargo el sueldo sube un porcentaje imperceptible, con el incremento
porcentual de los impuestos y me hace reflexionar sobre algunas cuestiones. ¿Es
esto el futuro que yo esperaba? ¿Podré vivir en algún momento una etapa
financiera prospera y segura? Comencé laboralmente con la crisis de 2008 y
parece que seguimos igual, las viviendas, alquileres, gasolina y ocio por las
nubes. Pero, ¿Los servicios básicos a precios inalcancables? No doy crédito,
calentar o enfriar la casa es un esfuerzo, llenar el carro de la compra está
duplicado económicamente.
Actualmente los caprichos ya no existen, los
caprichos son los elementos básicos de la sociedad, alimentación, higiene,
salubridad, impuestos básicos...
En algunos casos se encuentran dicotomías.
¿Trabajar es un capricho o un beneficio? Si la gasolina para llegar al lugar de
trabajo son 400€ mensuales, el alquiler 500€, la luz 100€, la compra 300€,
hacienda tal vez te salga a pagar... No sería mejor tal vez no trabajar (pedir
ayudas), no comprar vivienda (pedir ayuda alquiler), no comprar muchos
alimentos (recoger de alguna ONG), no tener coche (ayuda en transporte
público), básicamente no tener nada en propiedad y que papa estado nos de
ayudas y nos diga cuánto, qué y cómo tenemos que consumir.
Parece lo que de una forma velada nos dicta la
sociedad, pero ¿Esto es progreso? ¿Es la libertad personal? ¿Esto es
autosuficiencia? Me suena a otras palabras que parece no se pueden decir o no
están de moda, como comunismo (RAE: Doctrina anarquista que considera
imprescindible la desaparición del estado y la propiedad privada) o dependencia
del estado, una supeditación completa donde no se valora el trabajo ni el
esfuerzo, donde se limita al ser, a una sumisión constante a ayudas y
dependencia de cosas básicas para su supervivencia donde se castiga lo privado,
ahorro y se premiándose el gasto, la sumisión y delegación.
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