Gráfico de las actuaciones en el puerto de Valencia. A.García Luz verde a la ampliación del puerto de Valencia, sin necesidad de una nueva Declaración de Impacto Ambiental. La decisión de Puertos del Estado podría poner punto y final a una batalla política que ha sido una de las grandes piedras en el zapato de los pactos de izquierda, tanto en la Generalitat Valenciana, como en el Ayuntamiento de Valencia.
Sin embargo, la resolución del organismo que preside Francisco Toledo ha dejado sobre el Puerto de Valencia la decisión de llevar a cabo las obras sin este documento, el clavo ardiendo al que se aferraban sus detractores, entre los que se encuentran Compromís, Podemos y diferentes movimientos vecinales y ecologistas. Las obras podrían licitarse finalmente este verano.
Sin embargo, la división sigue siendo total, pese a que el conflicto parece estar llegando a su fin. Por un lado, Compromís plantea la reversión del dique de abrigo que prevé albergar la ampliación norte del Puerto de Valencia y Unides Podem considera que los tribunales “deben” pararlo.
Por otro, el PSPV rechaza la demolición del dique y defiende que el “daño medioambiental ya está hecho”, respaldando así el proyecto aplaudido por la APV, la patronal y todos los partidos de centro-derecha. Posturas claramente enfrentadas para un proyecto que se remonta a principios de siglo y que precisa de manual de instrucciones.
Motivo de la ampliación
La ampliación del Puerto de Valencia se apoyo en el Plan Estratégico de la Autoridad Portuaria de Valencia que busca impulsar la infraestructura de la capital en el tráfico de contenedores interoceánicos. El planteamiento inicia en 2001 y ya en 2006 es cuando la administración portuaria elige el proyecto de ampliación actual. La intervención cuenta con una Declaración de Impacto Ambiental que se emite favorablemente el 30 de julio de 2007 y que siempre ha estado en entredicho.
Impacto económico
De acuerdo con los datos ofrecidos por la autoridad portuaria, la nueva terminal de contenedores que funcionaría gracias a la ampliación norte va a duplicar la actividad económica del Puerto de Valencia, generando hasta 80.000 empleos (el doble que en la actualidad) y un valor añadido bruto cercano a los 6.000 millones de euros (tres veces más que en la actualidad).
Impacto ambiental
Un informe elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica reconoce como esta gran infraestructura ha sido una de las grandes causantes de la regresión de las playas del Sur de Valencia, provocando una modificación en las corrientes marinas desde el norte hasta el sur como un “efecto sombra”. Este hecho estaría impidiendo la regeneración natural de la playas del sur y sería la causa de su regresión. Por este motivo, la autoridad ya ha anunciado una inversión de 15 millones de euros en la regeneración de las playas de la ciudad, una cifra que multiplica por cinco el presupuesto inicial para esta iniciativa que era de tres millones de euros.
Ejecución I fase
El planteamiento inicial preveía la creación de una gran terminal en la zona norte del puerto con 250 hectáreas, una línea de muelles y una zona para el dragado en zanja. Por otro lado, también proyectaba la prolongación de un enorme dique de abrigo en la zona sur, de 500 metros, y otro gran espacio para el dragado de este. En concreto, las obras de los diques de abrigo de la ampliación norte ya están concluidas, realizándose entre junio de 2008 y abril de 2012 por un importe total de 204 millones de euros, de los que 74 fueron financiados por los Fondos de Cohesión Europeos.
Rediseño del proyecto
Tras la crisis económica el proyecto se relanza y Til, filial de la empresa naviera MSC, gana el concurso de construcción y explotación, con el único voto en contra en la Autoridad Portuaria del alcalde de Valencia, Joan Ribó. El plan de construcción en tres fases se alargaría hasta 2026.
El proceso de exposición pública recibe cientos de alegaciones y el enfrentamiento entre detractores y defensores del proyecto acaban forzando una reducción de la ampliación. En febrero de 2020 la Autoridad Portuaria anuncia un rediseño del proyecto, renunciando a la ampliación de 500 metros del dique de abrigo y también al dragado del canal de acceso.
Actualidad
Tras el rediseño, el nuevo proyecto queda a esperas de que Puertos del Estado informe sobre la necesidad de realizar una nueva Declaración de Impacto Ambiental, lo que nos lleva ya hasta la actualidad y la decisión que se dio a conocer en las últimas semanas.
La APV ha anunciado que sacará a licitación las obras constructivas este verano. Mientras tanto, la organización vecinal y ecologista Ciutat – Port ha presentado un primer recurso de alzada contra la resolución de la Secretaría de Estado del Ministerio para la Transición Ecológica por posibilitar que Puertos del Estado “se ponga de perfil”. Del mismo modo, tanto Podemos, como Compromís han dado una última vuelta de tuerca contra la ampliación norte del Puerto de Valencia al solicitar incluso que se demuela el dique de abrigo ya construido en 2021.
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