AMPARO SELLÉS El 9 de octubre es el Día de la Comunidad Valenciana y en él se conmemora la entrada a la ciudad de Valencia del Rey de Aragón Jaime I El Conquistador en 1238.
Es una celebración con larga tradición desde el siglo XIV. En cambio a nivel de todo el territorio de la Comunidad Valenciana, se trata de una celebración institucional contemporánea que tiene su origen en el año 1976, cuando en el Plenario de Parlamentarios se proclama para esa fecha el Día Nacional del País Valenciano, y que finalmente y no lo olvidemos adoptó la denominación actual de Día de la Comunidad Valenciana.
Unas celebraciones atípicas que este año se verán mermadas en actos y festejos, debido a la irracionalidad de muchos que están haciendo con su “meninfotisme” que esta situación en la que nos encontramos no se acabe nunca. Esta mañana me he desayunado con la noticia de que la Delegación del Gobierno autorizará las manifestaciones para esta fecha tan señalada, y que los responsables de dichos actos o manifestaciones programadas cumplirán con todas las medidas establecidas para evitar contagios por la COVID-19.
El Subdelegado de Gobierno en Valencia D. Rafael Rubio ha dicho y cito textualmente: “que esas actuaciones se otorgarán teniendo en cuenta que estamos en un país donde los derechos y libertades fundamentales están plenamente vigentes”.
No obstante, ha pedido (y yo también) “responsabilidad” para participar en dichos actos. “Cosa que dudo que hagan”, y cumplir con todas las medidas de seguridad frente al bicho.
Para este 9 de Octubre tan inusual e insólito se ha dado el “vist i plau” para celebrar tres manifestaciones y un acto en la ciudad de Valencia. Cuatro actos que siempre han sido multitudinarios y que ese día serán de grupos reducidos, “pongamos unos dos ó trescientos como mínimo, con mascarillas puestas en todas las partes del cuerpo menos en la boca y nariz y una distancia de un palmo y medio de seguridad entre asistente y asistenta”.
El Subdelegado del Gobierno está convencido de que los valencianos vamos a ser responsables y vamos a cumplir las normas marcadas por las autoridades sanitarias, cosa en la que yo discrepo. Rubio ha recalcado que estas deben cumplirse a pie juntillas para evitar problemas sanitarios.
En lo que estamos de acuerdo el Subdelegado del Gobierno y yo es que las manifestaciones son un derecho constitucional, y no se pueden prohibir, autorizándolas porque no tienes más remedio diciéndolo esto nuestra Carta Magna. Quien debería haberse manifestado en contra de ese presunto “suicidio colectivo”, es el Ministerio de Sanidad desautorizándolas por el bien común y mas con la situación tan grave por la que estamos atravesando.
Solamente hay que echar mano de hemeroteca y ver el borreguil comportamiento de los manifestantes en Madrid donde no se respetaron ninguna de las normas establecidas… Así pues y aprovechando la oportunidad que me brida este medio apelo a la cordura y sensatez de todos los valencianos para que el día 9 De Octubre no sea recordado como una catástrofe humanitaria y sí como un ejemplo de civismo y sensatez. Recordad DISTANCIA, LAVADO DE MANOS y BOZAL.
Vixca el 9 D'Octubre día de tots els VALENCIANS!!! Gràcies.
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