Sigue en descenso el número de parados de larga duración
Pese al incremento en el
número total de parados (cosa que no ocurría desde septiembre de 2013),
contrariamente a lo que cabría esperar, el número de parados de larga duración
(llevan al menos dos años buscando empleo) ha continuado cayendo en el segundo
trimestre en toda España, incluso de forma más marcada que en los tres
trimestres previos. Aunque esto podría
explicarse en parte por el “efecto desaliento”:
ante la creencia de que no es posible encontrar un empleo, se abandona la
búsqueda del mismo. Así, la persona en cuestión deja de considerarse desocupada
y pasa a formar parte de los inactivos.
Mientras el número total
de parados ha aumentado hasta 3,68 millones en España (el mayor número en dos
años), en el trimestre analizado se han contado 744.800 desocupados de larga
duración, el número más bajo en una década (262.100 menos que un año antes).
Como proporción del total
de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres,
los parados de larga duración equivalen al 27,4%. Es una proporción 5,1 puntos
porcentuales inferior a la de un año antes y la menor desde marzo de 2012.
Todas
las autonomías han visto descender su proporción de parados de larga duración.
Diez comunidades han replicado esta dinámica, entre ellas la Comunidad Valenciana, con un aumento en la
cantidad total de parados simultáneo a una caída en el colectivo de desocupados
de larga duración.
En nuestra región, mientras crecía en 59.000 el número
de parados de corta duración (menos de dos años desocupados), ha caído en 15.900
personas el colectivo de parados de larga duración. De eso ha surgido un aumento total de 43.100 desocupados a lo largo de los últimos
doce meses.
Ahora se cuentan en la
región 80.400 parados de larga duración. Aunque es una
cifra grande, es el dato más bajo para la autonomía desde marzo de 2010. El
colectivo de parados de larga duración en la Comunidad Valenciana equivale al 28% del total de personas sin empleo,
lo que conlleva un recorte interanual de 3,8
puntos porcentuales.
Aumentan los parados cubiertos por una prestación
Una de las medidas más
importantes para paliar los efectos económicos de la crisis provocada por la
pandemia global es la que puso en marcha los ERTEs (Expedientes de Regulación
Temporal de Empleo) por fuerza mayor. Aunque en las estadísticas continúan siendo
considerados como ocupados, los beneficiarios de los ERTEs por fuerza mayor
también aparecen como perceptores del seguro de desempleo. Para no distorsionar
la serie de datos histórica y permitir la comparación, en lo que sigue hemos
separado ambos grupos. Por lo tanto, nos referimos a perceptores de la
prestación por desempleo en su sentido convencional, es decir, excluyendo a los beneficiarios de ERTEs por fuerza mayor.
La reducción del número de
parados de larga duración (colectivo cuyo derecho al cobro de la prestación por
desempleo se extinguió, aunque en algunos casos comienzan a cobrar la Renta
Activa de Inserción) y el aumento de los que llevan desocupados pocos meses (el
grueso de los cuales accede a la prestación por desempleo), han confluido en el
aumento generalizado de la proporción de parados cubiertos por
una prestación.
En
el conjunto de España, un 75% de los parados está cobrando una prestación por
desempleo, lo que supone un incremento interanual de 10,2 puntos porcentuales.
Es la mayor proporción de parados cubiertos en once años. En la Comunidad Valenciana
la subida ha sido similar, de 9,5 puntos porcentuales. De esa forma, un 75,4% de los parados de la autonomía percibe una
prestación por desempleo. Es la proporción más alta desde 2008.
Esta
variable ha mejorado en todas las autonomías. Hay tres regiones en las que más
de un 90% de sus parados están cubiertos por una prestación: Baleares (102,9%[1]; +12,1 p.p.), Cantabria (91,2%; +8,2
p.p.) y Extremadura (90,3%; +6,6 p.p.). En el otro extremo
se encuentran tres regiones en donde al menos 1 de cada 3 parados no percibe
una prestación. Se trata de la Comunidad de Madrid (60,8%; +10,6 p.p.),
Canarias (63,2%; +11,2 p.p.) y Asturias (65,4%; +6,7 p.p.).
Oportunidades
de Empleo y Desarrollo profesional
Este bloque de variables
también refleja los efectos de la pandemia global en cada uno de los indicadores
que lo componen.
Aumenta la tasa de paro en la Comunidad Valenciana
La inclusión de los
beneficiarios de ERTEs por fuerza mayor entre los ocupados y la reducción de la
población económicamente activa (porque 9 de cada 10 personas que perdieron su
empleo no comenzaron a buscar otro puesto de trabajo, por lo que pasaron a estar
inactivos), explican que en el segundo trimestre de 2020 se haya podido
registrar, pese al contexto de crisis, una
ligera reducción interanual de una décima, hasta el 14,4%, en la tasa de
desempleo española[2].
Aun
así, la tasa de paro ha subido en nueve
regiones, algo que no ocurría desde marzo de 2014.
La
Comunidad Valenciana se cuenta entre esas nueve. En su caso, la subida
interanual ha sido apenas de tres décimas, por lo que su tasa de paro ha crecido
hasta el 14,8%. Es la
primera subida de la tasa de paro en la región desde marzo de 2014.
Extremadura (22%,
incremento interanual de una décima) se mantiene como la comunidad con mayor
proporción de desocupados. Navarra (9%, tras una subida interanual de una
décima) y País Vasco (9,1%; recorte de 3 décimas) permanecen como las
autonomías con menor tasa de paro.
Cae la creación de empresas en la Comunidad Valenciana
Una variable clave para
conocer el estado de la economía y del mercado de trabajo es el número de
empresas. Cuando el parque empresarial crece, significa que hay confianza, la
inversión aumenta y, con ella, las oportunidades laborales. Si el número de
empresas cae, sucede lo contrario.
En nuestro país, el número
de empresas ha caído en todas las autonomías tanto en el primero como en el
segundo trimestre del año. En este último caso, el descenso interanual es de un
6,6%, el peor dato en once años. En doce meses han desaparecido 88.600 firmas;
los actuales 1,26 millones de empresas implican que se ha retrocedido hasta el
número de empresas que había a comienzos de 2015.
Para estimar mejor qué
grado de oportunidades laborales ofrece a la población un determinado número de
empresas, el Monitor Adecco incluye entre sus variables cuántas firmas hay cada
mil habitantes en cada autonomía.
La cantidad de empresas cada mil personas ha disminuido en el
segundo trimestre en todas las regiones españolas,
hecho que no se veía desde 2013. En el conjunto de España, hay ahora 28,8
empresas cada mil habitantes, cifra que conlleva un retroceso de un 2,5% en
comparación con las que había hace un año. En la
Comunidad Valenciana, la reducción interanual de esta variable ha sido de un
2,4%,
por lo que se ha llegado a 29,5 empresas por
cada millar de personas. Para la región es el dato más bajo en tres
años.