Aarón Cano, durante la entrevista. LAURA FLORENTINOEn los últimos meses hemos visto a muchos barrios como Orriols, Benimaclet, Benimámet y Malvarrosa salir a la calle. ¿Tiene Valencia un problema grave con al delincuencia?
No, y los datos del Ministerio de Interior son bien claros. Nosotros nunca vamos a sacar pecho por las cifras de delincuencia de la ciudad, ya que son un elemento fluctuante, pero a la oposición les gusta golpear la imagen de Valencia con falacias. No podemos, por ejemplo, juntar los problemas de convivencia que hay en Benimaclet con lo que pasa en Orriols. Mezclar botellón e inseguridad es un error grave. Lo jóvenes que hacen botellón no son delincuentes, porque aquí no sucede lo que hemos visto en otras ciudades, donde el botellón ha desembocado en violencia callejera. Hay que hacer un buen análisis y no uno en blanco y negro. Estos son problemas con matices que hay que tener claros. Tampoco podemos tomar la parte por el todo. Hay problemas en Orriols y en la Malvarrosa y los estamos solucionando. Pero eso no es toda la ciudad de Valencia. Tener una terraza bajo de mi casa o un parque donde hay jóvenes haciendo botellón no es un problema de seguridad. Hablar sobre seguridad es algo muy importante, sin ella no se garantizan las libertades y derechos. Siempre van a haber problemas de este tipo, la atmósfera cero de seguridad no existe. Este asunto siempre está en permanente revisión y nunca es perfecto
La delincuencia ha aumentado 18 puntos por encima de la media nacional. ¿Cuál es el motivo?
Porque en esta ciudad, igual que en toda la Comunitat Valenciana, ha habido medidas mucho más restrictivas y duras que en el resto de España. Hay medidas que por ejemplo en Madrid no se tomaron y gracias a esas medidas la gestión de la pandemia ha sido un poco mejor que en el resto del estado.
¿En qué situación se encuentra la plantilla de la policía local?
En 2011 había 168 policías en segunda actividad (gente que supera los 55 años y pasan a tareas administrativas o similares). En 2017 había 374. La diferencia son 206. Entre el 2011 y el 2017 la ciudad de Valencia ha perdido 206 policías en la calle. En 2015, un mes antes de las elecciones municipales, el PP aprobó la oferta pública de empleo. Las primeras oposiciones para policía local que pudo convocar fueron para 2017, cuando ya se habían perdido más de 200 policías en la calle. El PP dejó de convocar oposiciones para Policía Local desde el año 2003. Para una oposición de 13 agentes, tardó 3 años en acabar la oposición, del 2003 al 2006. Nosotros estamos acabando ahora una oposición con 234 nuevos agentes que va a tardar exactamente 14 meses. Esa es la diferencia. La situación de la plantilla no es la deseable, por ello estamos haciendo lo que tenemos que hacer para incrementar el número de agentes.
Este refuerzo del que hablas, ¿de qué cifras estamos hablando?
Calculo que antes de que termine la legislatura se habrán incorporado unos 400 agentes. Ya se incorporaron 70 en las pasadas elecciones, entre este y el año que viene lo harán 234. Tenemos aprobadas en la oferta pública de empleo del año pasado 56 plazas y esperamos convocar más plazas para este año.
Hasta que ese momento llegue y se refuerce la plantilla, ¿se está intentando redistribuir la policía de barrio?
Lo que podemos hacer para optimizar recursos lo estamos haciendo, y creo que mal no están saliendo las cosas. El ejemplo es cómo estamos afrontando la situación de los problemas por botellones como en Benimaclet u otros puntos de la ciudad. Creo que con el numero de plantilla que tenemos en estos momentos las cosas las estamos haciendo bastante bien.
¿Hay una eclosión del botellón post-pandemia?
Ha habido unas ganas de celebración contenidas durante mucho tiempo y esta fase de pandemia ha abierto las puertas a todo esto. Sí que ha habido un repunte, pero tanto en Valencia, como en Madrid, Sevilla, Barcelona, en todas las grandes ciudades.
Se ha reforzado la vigilancia en Benimaclet y en algunos puntos de Ciudad Jardín donde es habitual este tipo de encuentros sociales.
¿Qué medidas se han activado?
Las medidas tomadas son una mezcla de nuevas y clásicas. Somos realistas, tomamos las decisiones y luego se modifican, si es necesario para conseguir el mejor objetivo: presencia preventiva, vallado, baldeo, control de locales y de terrazas, sanciones por consumo de bebidas alcohólicas en la calle, pero intentando buscar el equilibrio de salvaguardar el orden público. No podemos atajar el botellón generando otro problema, que es lo que parece que algunos pretendan que provoquemos.
En alguna ocasión ha mencionado que la normativa autonómica no facilita el poder actuar sobre la práctica del botellón. ¿A qué se debe?
Es muy sencillo: imagina a dos agentes de policía denunciando a un grupo de jóvenes que hacen botellón. Se tiene que demostrar que están bebiendo alcohol con unas muestras cuya cadena de custodia no se puede romper, llevándolas al laboratorio. A las 3 de la mañana en una zona con 400 o 500 personas esto es prácticamente imposible, por lo que respecta a las garantías procesales.
¿Qué problema hay para sancionar a los Erasmus?
La notificación de la sanción. Estamos en eso, haciendo un estudio con la UV y la UPV para solucionarlo. Valencia es la ciudad de España con más estudiantes Erasmus en números absolutos, y hay algunos estudiantes que piensan que lo que pasa en España, se queda en España y que las normas se pueden saltar sin consecuencias y esto no puede ser.
Algunas ciudades han apostado por la apertura de botellódromos. Valencia lo descarta. ¿Cuál es el motivo de este rechazo?
Abrir un botellódromo es incentivar el consumo del alcohol y precisamente uno de los problemas que tenemos es el exceso de bebida alcohólica. ¿No tendríamos problema con el botellón sí los jóvenes bebieran en silencio? Yo creo que sí. La mayoría de estas experiencias no han resultado satisfactorias y acaban siendo un punto de conflictividad, reyertas y problemas. La concentración de personas debe estar asociada a elementos positivos y no al consumo de bebidas alcohólicas. Igual que entendemos que el tabaco mata, convertir el alcohol en un elemento vertebrador de la sociedad acabará pasándote factura.
La oposición solicita una unidad antibotellón, pero el equipo de gobierno lo descarta. ¿Por qué?
Unidad “Antibotellón”, como si fuera un “disturbio”. No creemos en actuar así y el tiempo nos está dando la razón. La Policía Local de Valencia tiene creada la Unidad de Convivencia. La diferencia del PSPV con PP y Vox es que nosotros confiamos en el acuerdo y la convivencia, en poder divertirse pero respetando el derecho al descanso. La derecha siempre convierte todo en unos contra otros. Antibotellón es anti-gente que sale a la calle en Valencia. Yo lo que quiero es que la gente se divierta, pero que quien quiera descansar tenga su derecho al descanso garantizado. No trabajamos en un escenario bélico, Valencia no puede ser un campo de batalla.
¿Cómo van a funcionar las mesas de convivencia?
La ordenanza de convivencia sacará un reglamento propio en el que participarán diferentes sectores. En las mesas sentaremos a vecinos, hostelería, consumidores, el Consell de la Joventut… queremos que sean espacios de reflexión y encuentro. Creemos en el acuerdo. Se hablará del botellón, pero también de asuntos como el acoso callejero y problemas que invaden la libertad de las personas. Las conductas no cambian por decreto pero las reglas y las normas ayudan a corregir comportamientos. Eso es importante.
Se ha solicitado una reunión con la Delegación del Gobierno. ¿Se va a pedir un rescate al gobierno central?
No. Valencia no necesita ningún rescate, las cifras de seguridad en la ciudad son mejores que las de 2018 y 2019. Las reuniones con la delegación son habituales, la Policía Local y Nacional tienen la obligación de estar perfectamente coordinados, porque no tienen las mismas competencias, aunque compartan el mismo ámbito de trabajo.
¿Hay grandes inversiones en materia de seguridad ciudadana en las próximas cuentas locales?
Tenemos dos grandes inversiones en el área de Policía Local. La segunda unidad de distrito es una de ellas. La dotación que corresponde a la zona sur de la ciudad está actualmente en un local que no reúne las condiciones necesarias. Hemos visto una parcela en la zona de expansión de Malilla donde vamos a ubicarla. La otra gran inversión es la unidad GAMA. La violencia de género es uno de los grandes retos que tenemos como sociedad y en Valencia la mayoría de detenidos se relacionan con la violencia de género. Vamos a abrir una instalación provisional en Santa Cruz de Tenerife, hasta poder abordar el asunto en la calle Brasil, y allí vamos a implementar la unidad, pensando siempre en ellas.
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