A pesar de la reciente reapertura del Ecoparque de Albal —ubicado en la calle Riu Magre, 10, y gestionado por la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE)— tras su rehabilitación por los daños sufridos durante la dana, algunos particulares continúan realizando vertidos en puntos no autorizados, generando un importante sobrecoste para el municipio.
El concejal de Urbanismo, Valero Eustaquio, ha lamentado esta situación: «Es una pena que la insolidaridad de unos pocos obligue a destinar recursos municipales a limpiezas extraordinarias, cuando deberían centrarse en la reposición de servicios tras la dana. Esto acaba repercutiendo negativamente en los bolsillos de nuestros contribuyentes».
Eustaquio ha hecho un llamamiento a la ciudadanía: «Desde el Ayuntamiento rogamos a los vecinos que, si detectan vertidos ilegales, tanto en polígonos como en zonas urbanas, lo comuniquen a las autoridades. Solo con la colaboración de todos podremos erradicar este problema que afecta a la imagen del municipio y a la salubridad pública».
Así, recuerdan que el ecoparque de Albal está a disposición de todos los ciudadanos, de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas, y los sábados de 9.00 a 14.00 horas. Además, la EMTRE, instala una vez al mes un ecoparque móvil en la plaza del Jardí y todos los vecinos pueden solicitar el servicio de recogida de enseres a domicilio, llamando al teléfono del ayuntamiento.
Estas labores de limpieza suponen un gasto adicional para la partida de Servicios Urbanos, un esfuerzo que el gobierno local confía en poder reducir mediante la prevención, la vigilancia y la concienciación ciudadana.