Imágen publicitaria del Festival. EPDA¡Que el show no pare!! Y extendámoslo por todos los confines del planeta. A todos y todas. Del campo a la ciudad. Del barrio al centro. De las montañas al mar. Es el momento de sacar nuestras capacidades e imaginación para que la cultura vuelva a volar con vuelo alto y firme por todos los rincones de la tierra sin miedos y con fuerza. Desde Alborache empezamos con un pequeño grano de arena, que pretendemos se haga una pica en Flandes, una inspiración realista, del cine español, europeo y mundial con los niños, niñas y jóvenes en el foco. Y esperemos que Sísifo esté de nuestro lado y deje la piedra en la cumbre más alta y seguir construyendo desde allí una apuesta no tan solo cultural. Económica y de desarrollo local. Hasta llenar el pueblo de molinos cinematográficos.
No me iba a retirar. Sí a salir del primer plano de la MICE y abandonar esas responsabilidades que se convirtieron en muy grandes e importantes. Pero nunca de la vida. De la vida uno no puede ni debe retirarse. Y gran parte de mi vida es el cine. La personalidad se forja con el tiempo y yo voy a ser esclavo de mi hiperactividad. Si con ello consigo que alguien sea feliz, allá voy. Si mis propuestas tienen eco, lucharemos por hacerlas viables. Si logramos que la industria cinematográfica se fije en el potencial de nuestros pueblos como marco de rodaje, habremos dado un paso de gigante en nuestras aspiraciones culturales, económicas y sociales y de promoción turística de la zona.
Cuando desde el ayuntamiento de Alborache me transmitieron una propuesta seria de realización de un festival, enraizado en el medio, con aspiraciones futuras de convertirse en centro de producción y exhibición del cine infantil mundial, no lo pensé dos veces. Un concejal de cultura entusiasta y una alcaldesa con los pies en el suelo son garantía de éxito. El pueblo de Alborache será, por tanto, anfitrión en julio de una convocatoria excepcional: del 10 al 17 de julio se celebrará la primera edición del Festival de Cine Infantil y Juvenil Pantalla Alborache.
Para esta primera edición se seleccionarán 10 películas de entre las recibidas para participar, que optarán a los premios otorgados por un jurado especializado, por el jurado infantil y juvenil, y por el público asistente. Irán, México, Índia, Rumanía, Alemania, entre otros, nos mandan lo más laureado del cine infantil actual. Una decena de películas multipremiadas en festivales alejados del modo Disney, sin miedo al contenido y cuidadosas con el mensaje.
Con algunas sorpresas de ámbito internacional, la actriz Mirtha Ibarra y su compatriota cubano Vladimir Cruz asistirán al evento, Pantalla Alborache se concibe como un encuentro entre el séptimo arte y los más jóvenes del pueblo y la comarca, a modo de caja de resonancia de la producción cinematográfica de calidad destinada a niños, niñas y jóvenes, promoviendo el conocimiento y la circulación de productos de alto valor artístico, capaces de contribuir a la formación y crecimiento cultural de una conciencia crítica madura en los jóvenes. Podrán presentarse para competir por los premios de Pantalla Alborache solo las películas producidas después de enero de 2019 o lanzadas a partir de junio de 2019, y se dará prioridad a las películas sin editar previamente.
Las películas deberán llegar al Ayuntamiento de Alborache antes del 3 de julio y, bajo la premisa de que la temática es libre, deben ser aptas para todos los públicos. El jurado profesional seleccionará los trabajos que entrarán a concurso, poniendo el foco en el tratamiento de la infancia, la adolescencia y la primera edad adulta. Los deseos, los sueños, los conflictos y las laceraciones de una época inmadura, turbulenta y, por eso mismo, maravillosa.
El equipo de gobierno me transmite la necesidad de destacar el valor de las zonas rurales como anfitrionas culturales de calidad, descentralizando la gran cultura y acercando propuestas de primer nivel internacional a los pueblos pequeños de interior. Poniendo a los más jóvenes del territorio en el centro del Festival se trabaja también de cara al futuro, creando nuevos espectadores que exijan calidad en las propuestas culturales de zonas rurales de interior. De Alborache al mundo. Pasando, por Cannes, Berlín y Venecia.
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