Rastro en la arena de una tortuga en una de las playas. / epda Desde hace casi una década las tortugas bobas (Caretta caretta) se han convertido en inquilinas de la primera línea de mar de las playas del mediterráneo. Estos reptiles visitan la costa valenciana para anidar sus huevos sobre la arena. La cada vez más habitual presencia de estos animales amenazados en las playas de la comarca ha llevado a algunos ayuntamientos a concienciar a los bañistas mediante la difusión de la campaña de comunicación ‘¡Alerta tortuga!’ lanzada por la ONG Xaloc, junto con la Unidad de Zoología Marina de la Universitat de València, con el objetivo de informar sobre cómo actuar si se detecta la presencia de tortugas marinas en estas zonas de baño.
Ante el descubrimiento de posibles rastros (en la imagen) o de una tortuga marina en tierra es fundamental no pisar ni borrar la huellas, no molestar al animal ni enfocarlo con luces y, sobre todo, avisar al Teléfono de Emergencias 112 para que se active el protocolo correspondiente. Estos son algunos de los consejos que han lanzado algunas administraciones de la zona como Alboraya o El Puig de Santa Maria. Otras cuestiones importantes para no amenazar la nidificación de estos animales es evitar que las personas se acerquen a la tortuga o no sacar fotos con flash.
Desde 2014, estas tortugas acuden a las playas valencianas durante el mes de julio y hasta la segunda semana de agosto. Las costas de la Comunitat Valenciana han sido escogidas por la tortuga boba en mas de 15 ocasiones los últimos diez años para salir a poner sus huevos, 8 de ellas con puestas exitosas, señalan los impulsores de esta campaña de concienciación.
Según explican, las hembras de tortuga boba salen por la noche a poner los huevos y a la mañana siguiente las máquinas de limpieza, además de recoger residuos, dan la vuelta a la primera capa de arena, pudiendo deteriorar el nido y borrando el rastro dejado por la tortuga. Así pues, la detección temprana de estos eventos es fundamental para la localización de los nidos y la protección de los huevos.
Protección
La tortuga boba (Caretta caretta) se clasifica como ‘vulnerable’ según el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas y como “en peligro” para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Entre sus principales amenazas figura la ingestión de plásticos y diferentes tipos de residuos en flotación, su captura accidental en redes de pesca, el enmallamiento en restos de fibras o sedales a la deriva y, en menor medida, la colisión con embarcaciones o la destrucción y alteración de playas de anidación.
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