Concentración en el Ayuntamiento de Alginet./EPDADecenas de personas se han concentrado este jueves en las puertas del Ayuntamiento valenciano de Alginet para condenar la muerte de Verónica, su vecina de 33 años supuestamente asesinada el miércoles por el tío de su marido, que posteriormente se suicidó tirándose por la ventana.
La concejala de la Mujer de Alginet, María José Martínez, ha leído un manifiesto en el que ha denunciado, en nombre del municipio, esta "lacra social que es la violencia contra las mujeres, sea del cariz que sea, pero donde siempre" acaban pagando "las mismas: las mujeres".
"Verónica no era más que una chica que tenía una familia, que trabajaba y que le gustaba el zumba; como podemos ser cualquier de nosotros, y quien deja un vacío y una situación lamentable en su casa", ha señalado Martínez.
La concejala ha trasladado el pésame a la familia, con quien el Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto para ofrecerle toda la ayuda y apoyo que necesiten.
Martínez ha informado asimismo de que Alginet es uno de los pocos pueblos con cuenta con la una unidad -formada por tres agentes de la Policía Local, dirigidos por su inspector- formada específicamente para la atención y gestión de casos donde las mujeres son violentadas, que ha atendido ya a unas cincuenta personas.
Ha indicado asimismo que el municipio cada año hace actuaciones en los colegios para "educar y concienciar" a niños y niñas en la tolerancia y la igualdad, está adherido a la Red de municipios protegidos contra la violencia de género y habilita punto violeta de información y asesoramiento en actos multitudinarios.
Pero "todo esto no basta", ha lamentado, y ha defendido la necesidad de seguir luchando por la "concienciación y la erradicación de esta lacra donde la desventaja física es sinónimo de sufrimiento y muerte, como el caso de Verónica".
"Es cosa de todas y todos denunciar a la más mínima sospecha y poder evitar estos fatales desenlaces", ha instado, al tiempo que ha recordado que "la complicidad también es delito y no denunciar moralmente nos hace cómplices".
El acto de condena se ha cerrado con un minuto de silencio y un aplauso en recuerdo de la fallecida, y el consistorio ha decretado dos días de luto.
La mujer fallecida, madre de dos hijos de 8 y 9 años de edad, era natural de León pero vivía desde hacía más de quince años en Alginet, donde trabajaba los fines de semana en varios bares del pueblo.
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