Una de las últimas acciones de Amnisitía Internacional en Valencia. /EPDAAmnistía
Internacional Comunitat Valenciana (AICV) ha otorgado a la asociación
Jarit, con sede en el barrio valenciano de Russafa , un
reconocimiento por la labor realizada durante este año en favor de
los Derechos Humanos. Jarit trabaja con personas migrantes y ofrece,
tanto a estas personas como a las autóctonas, herramientas para
favorecer la convivencia entre las diferentes culturas.
La
situación de las personas migrantes en las sociedades de acogida es
el eje sobre el que giran todas las acciones de Jarit, que, en esta
línea, también tiene como fin acercar a los ciudadanos y ciudadanas
de la Comunitat otras realidades y culturas y fomentar acciones de
cooperación y sensibilización con los distintos países de origen.
La
concesión de este distinción se enmarca en las actividades
organizadas por Amnistía Internacional Comunitat Valenciana para
conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
La
presidenta de AICV, Chelo Vives, ha entregado a los representantes de
Jarit una ilustración donada por el artista valenciano Sento
Llobell, en un acto celebrado ayer, 16 de diciembre, en el Centre del
Carme Cultura Contemporània (CCCC) de Valencia.
Nacida
en 1996, laica y sin ánimo de lucro, Jarit
es una asociación en la que conviven y trabajan personas migrantes y
autóctonas desde el respeto y la diversidad. La entidad se creó en
el entorno del barrio de Russafa por iniciativa de un grupo de
personas de diferentes procedencias, con la inquietud de restablecer
las relaciones Sur-Norte, ante el creciente incremento de la
población migrante, desplazada desde sus países de origen por
motivos sociales, políticos o económicos.
El
fin de Jarit es impulsar y favorecer una sociedad intercultural
mediante la sensibilización de la ciudadanía de acogida,
promoviendo la eliminación de los conflictos xenoculturales y
raciales y fomentando nuevas actitudes solidarias y abiertas.
Previamente
a la entrega de esta distinción se ha celebrado una mesa redonda
sobre la vulneración de los Derechos Humanos en primera persona a
través de la experiencia de cuatro activistas que se encuentran o
han estado en el programa de protección gestionado por Amnistía
Internacional. Una de las activistas ha aprovechado a Jarit su labor
de apoyo y acogida cuando ella tuvo que desplazarse a España para
huir la persecucón sufrida en su país.
Han
hablado de su trabajo, de las persecuciones sufridas a causa del
mismo y de la situación en la que se encuentran en su país.
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