Javier Raro Vivimos estos días un
nuevo momento de crisis en nuestra industrial local. Las recientes
noticias de la jubilación de 37 trabajadores y la supresión de la
línea de laminado de la empresa Pilkington, con el consiguiente
riesgo de efecto sobre el resto de los trabajadores de la planta, 400
en la actualidad, ha hecho saltar todas las alarmas y llevó a la
plantilla a iniciar una huelga el pasado lunes, si bien
posteriormente fue suspendida debido a mostrarse la empresa dispuesta
a iniciar una negociación. Sin duda, está situación nos recuerda a
otras vividas recientemente como el cierre de la planta local de la
empresa Bosal en 2015, o la deslocalización de Galmed, empresa
perteneciente al grupo ThyssenKrupp, que abandonó temporalmente
nuestra ciudad en 2013.
Los últimos ejemplos son
distintas situaciones de decisiones en consejos de administración
lejanos a la zona de producción, en plantas de grandes empresas con
beneficios empresariales. Estas situaciones son contra las que
debemos luchar, consiguiendo que en fábricas como la de Pilkington
en Sagunto, rentables, con producción de calidad y con un gran
sacrificio de la plantilla en el objetivo de ayudar al futuro a medio
plazo, se invierta para lograr no solo el mantenimiento de los
puestos de trabajo, sino del centro de producción.
El apoyo de la
administración en esta situación es total y así se ha mostrado
unánimemente por el pleno del Ayuntamiento de Sagunto y trasladado a
las distintas instituciones con capacidad de negociación en la
situación actual. Sin duda, el futuro total de la industria pasa por
la modernización, adaptando los centros de producción a las
necesidades del futuro, y en esa modernización la administración
también debe mostrar su apoyo económico en las situaciones
correctamente justificadas.
Si bien la postura de la
empresa Pilkington de iniciar una negociación con los trabajadores
que pueda garantizar el futuro de la planta es bienvenida y esperamos
pueda dar sus frutos, no debemos perder de vista la situación actual
en el que se encuentra la planta de la empresa en nuestra ciudad.
Vivimos una situación de lucha por parte de los trabajadores y
trabajadoras de la planta de Pilkington en Sagunto, también por
parte del resto del resto de la industria local y en definitiva una
lucha por mantener el empleo en nuestra comarca, como tantas veces
hemos hecho anteriormente en una ciudad industrial como la nuestra.
Contáis con todo nuestro apoyo y compromiso.
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