Representación de la reforma de Ausiàs March. EPDAEl Rialto no gana para polémicas, al menos en lo que a urbanismo se refiere. De hecho, no hay proyecto de reforma que últimamente no esté bajo el punto de mira. Primero fue el encallamiento en las obras de la Plaza de la Reina, que amenazan con seguir retrasando los trabajos en pleno centro de la ciudad; luego se sumaron las enormes pérgolas en la Plaza de Brujas las cuales están levantando críticas por su enorme impacto visual.
Ahora una enorme intervención que aspira a “renaturalizar” la avenida Ausiàs March, ha levantado criticas de expertos, oposición y ha provocado un terremoto en las relaciones entre PSPV y Compromís.
Y es que, el plan presentado por el edil, Borja Sanjuán, pretende convertir esta vía, la principal entrada a Valencia desde la pista de Silla en “un bulevar paisajístico y ambiental vinculado al Parque Central y conectando las grandes vías en los barrios del sudeste” que afectaría a un área total de actuación de 81.900 m², y contaría con un presupuesto para la redacción del proyecto de 600.000 euros.
Una vez más, bajo el pretexto de tratar de “renaturalizar” esta gran vía el área municipal liderada por la socialista Sandra Gómez, ha vuelto a llevar el espacio dedicado al vehículo privado a su mínima expresión. Para ello se pretende ampliar el espacio para peatones y para movilidad activa y sostenible, implantación de vegetación para formar espacios verdes que den más calidad ambiental e implantación de usos ciudadanos a lo largo del el eje: carril bici, espacios de plaza y encuentro, zonas biosaludables, zonas de juego, instalaciones deportivas pequeñas y microrreservas de biodiversidad.
Se pretende, en este sentido, eliminar cerca de 37.000 m² de espacio para los vehículos, dotando al peatón con 54.500 m². De esta manera, los porcentajes de espacio para peatones y espacio para el tráfico rodado cambian. Frente al 78% destinado al tráfico rodado y el 22% para peatones actual, el nuevo eje verde de Ausiàs March pretende dotar de un 66% al peatón y dedicar tan solo un 34% para el tráfico rodado.
La reducción del espacio para los vehículos es notoria y especialmente relevante en una vía que sirve de principal acceso a la ciudad desde Alicante, que sufre enormes problemas de retención en las horas punta, un asunto que han criticado tanto Partido Popular, como Ciudadanos, pero que también ha advertido el primer edil de la localidad que lamentó desconocer el proyecto.
“En la actualidad hablar de concreciones, teniendo en cuenta que se trata de una entrada a Valencia, no es posible hacerlo desde el Ayuntamiento. Eso lo tiene que hacer quien lo tiene que hacer que es la Entidad Metropolitana del Transporte”, señaló el alcalde de Valencia, Joan Ribó. Esta situación evidencia la falta de comunicación entre los socios de gobierno, algo que pasó ya en la presentación del Bulevar Cultura previsto en Guillem de Castro.
“En estos momentos estamos a la espera del plan de movilidad metropolitana que nos tendrá que decir las intensidades medias diarias de vehículos que van a entrar y qué tipos de transporte público se van poner”, recalcó Ribó que aseguró que hay que “esperar un poquito a disponer de este plan para poder hacer el planteamiento definitivo” para saber por ejemplo “si con dos carriles será suficiente o si se podría arreglar con un carril”.
Oposición en contra
El concejal del Grupo Municipal Popular, Carlos Mundina, ha calificado de “improvisado” el proyecto de supresión de la mitad de los carriles de tráfico de la avenida Ausiàs March, que es el principal acceso sur de Valencia y que soporta todo el tráfico de la pista de Silla, V-31, en la que desembocan más de 126.000 vehículos cada día. El doble de lo que soporta la A-3 y casi tres veces más que la V-21. Mundina ha lamentado “que los egos por parte de Compromís y PSOE los paguen los vecinos con más atascos como los que han provocado ya muchas de las actuaciones del Gobierno de Ribó y PSOE que actúan a golpe de ocurrencias sin estudios previos y sin calibrar las consecuencias”.
“Convertir en un embudo al tráfico de la salida y entrada sur de Valencia sin estudios que los avalen y todo ello sin estar resueltos los aparcamientos disuasorios para evitar la entrada de vehículos a la ciudad de Valencia ni la solución al transporte público en esta zona, con un servicios de Cercanías de Renfe que tiene abandonado el Gobierno de Sánchez”, ha añadido Mundina. Desde el PP han invitado a “consensuar este asunto con el Misterio por la afección del proyecto sobre la pista de Silla y no improvisar en una materia tan importante como es la movilidad”.
También en Cs han pedido al equipo de gobierno que dialogue con los vecinos a los que les afectará la anunciada remodelación de la avenida Ausiàs March de Valencia y que se huya de generar un efecto tapón al tráfico de vehículos.
El concejal de Cs, Narciso Estellés, ha insistido en que sea un “proyecto consensuado con los agentes implicados, vecinos, asociaciones y entidades”, y ha recordado que Ausiàs March es una vía principal de entrada y salida de Valencia.
“Para garantizar el éxito, tanto PSOE como Compromís tienen que dialogar hasta conseguir que el proyecto tenga grandes puntos de acuerdo, alejándose de imposiciones y postulados extremos”, ha dicho.
“Recordemos que otros procesos de transformación han venido precedidos de mucha polémica por falta de diálogo, como ha pasado con calle Colón, con la reforma provisional de la Plaza del Ayuntamiento, o los cambios de la avenida del Cid, a raíz de los que hubo un año entero de aumento de la siniestralidad por hacer las cosas imponiendo”, ha criticado.
Sobre este asunto, Estellés ha hecho hincapié en que “a pesar de que ahora el gobierno del Rialto enmascare sus transformaciones urbanas detrás de caras más amables, como la de Borja Sanjuán del PSOE, en vez de ser Grezzi quien explique los cambios, no les aleja de polémicas, como la auténtica chapuza que supuso el anuncio de transformación de Guillem de Castro hace unos meses, ya que se va a estrangular del todo esta avenida, colapsando de tráfico las grandes vías”.
Sin embargo, el responsable socialista no hizo mención a estos posibles problemas de tráfico y solo aludió a posibles ventajas para la zona vecinal. En palabras de Sanjuán “este proyecto dotara a los barrios de Malilla, en Corts y Na Rovella de nuevos espacios públicos y zonas verdes, además dinamizará la actividad comercial alrededor de la zona de actuación, mejorará la calidad ambiental y potenciará la movilidad sostenible”.
“Esta actuación entronca con una estrategia de generar grandes itinerarios para peatones, plazas para peatones y corredores verdes que se lleva a cabo desde la Concejalía de Desarrollo y Renovación Urbana. Con la renaturalización de la avenida Ausiàs March se generará un corredor de biodiversidad, un eje entre el Parque Central y los espacios verdes periféricos mitigando los efectos del cambio climático en la ciudad”, aseveró el concejal.
Las estrategias y criterios medioambientales se centran en: selección de especies vegetales de hoja caduca o perenne según la necesidad de control solar, maximización de la superficie vegetal, superficies permeables con el terreno y materiales y texturas que reducen el efecto isla de calor. “El objetivo se mejorar la calidad de vida de las personas que viven en estos entornos, reduciendo la contaminación y contaminación acústica y ganando un espacio de encuentro y elementos de conexión con el barrio”, apuntó el concejal socialista.
Para la gestión del agua se aplicarán superficies permeables al terreno excepto calzada y aceras sobre instalaciones sepultadas, sistema de recogida directa de aguas de la calzada en la red de saneamiento, drenaje directo de las superficies verdes al terreno para la recarga de acuíferos naturales y jardines de lluvia y otros sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS).
Para mitigar la polución se utilizara la barrera acústica vegetal, las especies vegetales que optimizan la retención de partículas en suspensión todo el año y la maximización de la masa verde como filtro de gases contaminantes. En cuanto a la biodiversitat el nuevo eje verde del avenida Ausiàs March aporta la selección de especies adaptadas a las condiciones ambientales, especies autóctonas de bajo mantenimiento, y espacios para mascotas, entre otros.
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