Virgen de Montiel | José Salvador Murgui SorianoLa identidad de los pueblos la definen sus habitantes nunca las cosas pasan porque sí, detrás de cada acto, detrás de cada momento hay un porqué que justifica esa cadena de acontecimientos que nos hacen sentir pueblo.
Es el domingo día 7 de septiembre, estaba anunciado que a las 19 horas, la Virgen de Montiel, bajaría portada a hombros, desde el Santuario que recibe su nombre hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Benaguasil.
Un calor aplastante, un cielo encapotado, amenazante de lluvia no impidieron que un inmenso número de personas se juntaran a lo largo de ese itinerario y en la subida al Santuario para recibir a la patrona de Benaguasil.
No es casualidad que ocurran en pleno siglo XXI estos acontecimientos tan distantes del trajín cotidiano que vivimos; podemos decir que estamos asistiendo a un tributo que rinden las nuevas generaciones a una herencia que se lleva grabada a fuego en el corazón.
La banda de trompetas y tambores abre el cortejo, falleras y falleros, matrimonios que celebran su XXV y L aniversario de bodas y los jóvenes Lluisos junto a las Festeras y su Reina Mayor, dan vida a esa comitiva que precede a la madre de Montiel, cerrando el cortejo el Clero y las Autoridades locales, que año tras año se desvelan por que la fiesta obtenga el máximo brillo y esplendor por el buen nombre de esa querida ciudad.
Esa es la esencia de nuestros pueblos, que la marcan sus habitantes celebrando estos días grandes no olvidando sus orígenes y fomentando la historia que cada día se renueva.
Cuando la imagen ha llegado al carrer Costa de l’ Ermita con la Avda. Pedralba, estaba esperando a la Virgen de Montiel la Banda Unión Musical de Benaguasil, que con su azul bandera, bordada en 1905 ha hecho sonar sus acordes al momento de su encuentro, completando ese instante, con una solemne fila, procesional que acompañaría a la patrona de la ciudad hasta la plaza mayor y templo parroquial.
Cada pueblo está formado por sus habitantes y hay que ser muy respetuosos con el sentir de nuestros pueblos porque quienes dan vida a la existencia de los mismos son los moradores de esa urbe.
“Vuestra imagen tan sagrada, tesoro, más prodigioso, por un pastor venturoso, en nuestro monte, fue hallada. A favor tan grato y fiel como logró nuestro suelo. Sed con Dios intercesora Virgen Madre de Montiel”.
Ese es el sentir de Benaguasil, esa es su esencia y su raíz, siendo a su vez el mayor tesoro que hoy puede legar a las futuras generaciones.
Enhorabuena Benaguasil por el testimonio que ofrece en sus fiestas patronales y que nadie nos arrebate nuestro hondo sentir de SER PUEBLO.
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