Monasterio. /EPDA El sábado día 28 de enero hay visita guiada por el Monasterio y degustación de mermeladas.
En diferentes crónicas el Periódico de aquí, ha dado a conocer el trabajo monástico que realizan las hermanas del Cister en Benaguacil.
Hemos hablado de la exquisitez de sus variadas mermeladas y de sus cremas artesanas que satisfacen una multitud de necesidades, desde propiedades curativas hasta para aplicaciones dermatológicas.
En este momento las hermanas del Monasterio Cisterciense de Benaguacil se aplican en un nuevo proyecto que lo han convertido en realidad, tomando el relevo de una fábrica de velas, que sus propietarias han enseñado a las hermanas a trabajar y pintar las velas, ellas están elaborando preciosas velas de cera para clavarías, bautizos, fiestas de pueblos y los necesarios Cirios Pascuales que anuncian la noche del sábado santo la Resurrección de Jesucristo.
En el interior del Monasterio han puesto una pequeña exposición donde se pueden ver los diferentes modelos que elaboran de una forma tan manual como artesana.
Hay diferentes modelos de cirios Pascuales y se esfuerzan cada día las hermanas por ofrecer nuevos detalles en la preparación de las velas.
Las hermanas quieren ofrecer una exquisita calidad en todos los trabajos que hasta el momento están realizando y en referencia a su nueva labor puedo decir que han puesto toda su ilusión en presentar verdaderas obras de arte.
Los lectores que quieran ayudar a las hermanas pueden hacerlo visitando el Monasterio Trapense Santa María de Gratia Dei, que es un remanso de paz.
Es conocido por el Monasterio de la Zaydía de Valencia, el Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Gratia Dei, se encuentra ubicado en la carretera de Vilamarxant en el km.3,5 de Benaguasil, fue fundado en 1265 por la reina doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa del rey don Jaime I de Aragón el Conquistador. Si bien el monasterio medieval en origen estuvo en Valencia capital en la Zaydía, y fue destruido en 1810 durante la Guerra de la Independencia fue derribado por el mismo motivo y en las mismas fechas que el Palacio del Real de Valencia, se volvió a construir un nuevo convento entre 1816 y 1827, añadiendo que el monasterio fue nuevamente, reconstruido de nueva planta entre 1876 y 1879.
Felicidades a la Madre Superiora y a toda la Comunidad Benedictina por hacer realidad las palabras “Ora et labora”, todo un ejemplo. El sábado día 28 de enero hay visita guiada por el Monasterio y degustación de mermeladas.
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