Tres gacelas Mhorr en la sabana africana de BIOPARC Valencia. / EPDA BIOPARC no va a cesar en su empeño por lograr un futuro mejor. En esta ocasión la luz la trae una preciosa especie de antílope, la gacela Mhorr, también conocida como gacela Dama (Nanger dama mhorr). Una especie de la que su actual existencia está totalmente unida a nuestro país pues fue el Profesor José Antonio Valverde quién, adelantándose al trágico fin que se vislumbraba y con una visión conservacionista avanzada, decidió trasladar en los años 70 un grupo de gacelas al Centro de Rescate de Fauna Sahariana (CRFS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Ahora sabemos que gracias a su acertada decisión no ha desaparecido para siempre.
Los criterios científicos de cría controlada que ya marcó Valverde son absolutamente necesarios para salvar de la extinción a las especies más amenazadas y ese es el camino que siguen los especialistas de los Programas internacionales de conservación (EEP) en los que participa muy activamente BIOPARC. Entre ellos destaca el de la gacela Mhorr, pues en Valencia han nacido más de 20 ejemplares de gacela Mhorr que continúa catalogada “en peligro crítico de extinción” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) en su Lista Roja. Esta misma entidad ha animado a los parques conservacionistas de animales como BIOPARC a seguir esta línea de trabajo colaborativo que tiene como objetivo conseguir un número suficiente de animales que permita garantizar su supervivencia.
Desde BIOPARC se anuncia la creación de un nuevo grupo que permitirá seguir la labor de preservación de la gacela Mhorr. Dos jóvenes hembras de un año y medio de edad procedentes del Zoo de Madrid llegaron recientemente a Valencia y tras las primeras semanas de adaptación ya pueden verse en la singular instalación exterior que recrea la sabana, un recinto multiespecie donde conviven con la llamativa Grulla coronada cuelligrís (Balearica regulorum) y los Dik-dik de Kirk (Madoqua kirkii), uno de los antílopes más pequeños de África. Tras los primeros contactos con el macho y bajo la permanente observación del equipo técnico de cuidado animal para garantizar su bienestar la evolución ha sido excelente e incluso se han producido las primeras cópulas.
La gacela Mhorr es un claro ejemplo de la actuación conservacionista tanto ex situ, en los parques como BIOPARC, como in situ, en su hábitat de origen, donde llegó a considerarse extinta. La coordinación entre centros especializados de Europa, Norteamérica y Sudáfrica ha permitido que en la actualidad haya cerca de 800 gacelas y, gracias a ello, la reintroducción en varios proyectos en el norte de África. La aplicación y mantenimiento de principios expertos en preservación son más valiosos que nunca para evitar la pérdida de biodiversidad y poder anunciar estas noticias realmente alentadoras como la salvación de una especie.
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