Los vecinos del Barrio Centro de Paterna han vuelto a salir a la calle con una cacerolada para hacer oír sus reivindicaciones, tras un parón causado por respeto a las víctimas de la DANA, y la legalización de la asociación ciudadana.
Su principal reivindicación se centra en la peatonalización de la calle Mayor y adyacentes, considerada por los vecinos como una farsa por el modo en que se ha ejecutado, sin consenso alguno con los vecinos, siguiendo un PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible) al que le otorgan cero credibilidad.
Su presidente, Alberto López, compara su ejecución “a una fiesta de cumpleaños organizada por el Ayuntamiento, pero a la que no se ha invitado al cumpleañero. Hace mucho que en Paterna no existe la participación ciudadana, todo son imposiciones a golpe de enmiendas.”
La peatonalización "ha sido la gota que ha llenado el vaso", y defienden que el Barrio Centro tiene otros muchos problemas. Entre ellos la recogida de basura por la falta de contenedores, "lo que provoca suciedad, malos olores y un aumento de ratas. Hay zonas llenas de maleza y escombros que parecen invisibles al consistorio", señalan.
También advierten de que el mercado municipal "agoniza por la pésima gestión municipal" y critican lo que consideran "una falta de respeto a los pocos negocios que sobreviven y el pretender solucionarlo instalándoles televisión e hilo musical”.
En esta línea, señalan que "el símbolo de nuestra villa, la Torre y sus emblemáticas cuevas, están completamente abandonadas, la galería que da acceso a la puerta árabe está cerrada al público por desprendimientos, apenas existen rutas turísticas y las que hay dejan mucho que desear, lo que justifica que Paterna no esté considerado un municipio turístico".
Seguridad ciudadana
A esto se suma, según la asociación, que los patinetes eléctricos "campan a sus anchas, con total impunidad, por el mal denominado “eje peatonal”, llegando a amenazar a los vecinos que les recriminan su incívica y peligrosa conducta", unido al "aumento de los robos en garajes".
Pero su principal preocupación es la seguridad, explican y señalan que "ya se han producido varios incidentes de cierta peligrosidad", lo que les llevó a realizar una campaña en contra de los pivotes que encierran las calles del centro histórico bajo el lema “La AVBCP advierte que estos pivotes pueden matar (vecinos y negocios)”.
Por último, critican el "poco tacto con los vecinos y la irresponsabilidad de iniciar las obras del colector de aguas pluviales al mismo tiempo que se ha acometido la peatonalización, lo que ha sumido al Barrio Centro en un auténtico caos". “Nos levantamos sin saber por dónde vamos a poder llevar a nuestros hijos al colegio, o cómo va a recoger un taxi a mi padre enfermo”, añaden.
La asociación no deja de enviar escritos con sus reclamaciones, que de momento caen en saco roto. “Hemos hecho el trabajo que no hace el consistorio, realizar una encuesta anónima a todos los negocios de la zona, y en breve publicaremos los datos que se han obtenido, que ya adelantamos que van a sorprender”.
López añade que “seguiremos con nuestras protestas hasta que se entre en razón y se escuche a los vecinos, y ya estamos trabajando en la organización de una nueva manifestación en la que pretendemos involucrar al tejido asociativo de la villa contra la falta de transparencia y participación”.