Imagen de archivo de una bandera azul de playas. El alcalde de Canet d’en Berenguer, Pere Antoni Chordá, la concejala de Turismo y Playas, Felín Gómez y el concejal de Policía y Personal, Eduardo Almor, han dado la bienvenida a la temporada estival con la tradicional izada de la bandera azul, distintivo que renueva Canet un año más y que reconoce la calidad de las aguas y el servicio de su playa.
El acto comenzaba esta mañana con la recepción por parte del alcalde y los dos ediles del personal que forma el dispositivo de playas, a falta de los auxiliares del punto accesible, un equipo que velará por la seguridad de los bañistas y los usuarios de la playa.
Doce socorristas y dos coordinadores vigilarán la playa durante todo el verano, con un grupo burbuja de siete profesionales por semana que permitirá minimizar los riesgos de COVID entre el personal. El servicio de playas se completará con los auxiliares del punto accesible, que abrirá sus puertas el 15 de junio, además de dos informadores presenciales en la Oficina de Turismo, en horario de mañana y tarde y de lunes a domingo, a los que se sumarán los auxiliares contratados por la Generalitat para informar y hacer cumplir las normas sanitarias como en años anteriores.
Salvamento y Socorrismo ofrecerá su servicio de 11 a 18 horas hasta el 16 de junio, momento en el que el horario se ampliará de 10 a 20 horas. La playa Racó de Mar también contará con un dispositivo especial de Policía Local con una patrulla en el paseo, de lunes a domingo y un quad a pie de playa que serán dos los fines de semana. A estas se añade otra patrulla de incidencias, más otra nocturna. “Tendremos vigilancia policial tanto en la playa como en el paseo toda la temporada, un dispositivo especial de agentes que cuidará de que nuestros vecinos y visitantes disfruten de una estancia segura”, afirmaba Almor.
La seguridad se reforzará con la instalación de parcelas en varias zonas, al igual que sucediera el año pasado, con las que se garantizará el distanciamiento social y se controlará el aforo, siempre que la actual normativa lo permita. También se ha ampliado la zona de paseo hasta los diez metros desde la orilla, al igual que la pasada temporada.
La apertura de la playa ha implicado la realización de trabajos previos de acondicionamiento y puesta a punto que han consistido en la “eliminación del talud de piedra que se había formado en la zona norte, además de la retirada de la grava que se venía acumulando en casi todo nuestro segmento de costa, donde ya predomina la arena fina”, explicaba el alcalde.
La playa también contará durante todo el verano con un servicio de “Ludoplatja” que se completará, a partir del 21 de junio, con la “Biblioplatja”, además de con un desfibrilador en el paseo que será utilizado en caso de emergencia para revertir una posible parada cardiorrespiratoria.
Una de las novedades de este año es la vuelta de los chiringuitos a la arena, después de una larga temporada con las persianas bajadas y sin poder trabajar a causa de la pandemia.
Por último, Gómez ha querido felicitar y agradecer el trabajo realizado por los diferentes departamentos, técnicos municipales y funcionarios “que han hecho un gran esfuerzo para que la playa haya podido abrirse en las mejores condiciones para todas y todos y con las medidas de seguridad y sanitarias exigidas”.
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