Voluntarios de la entidad en Valencia. / Foto: Valencia CáritasCáritas acompañó durante 2024 a 802 personas en el Arciprestazgo 16, que engloba el Port de Sagunt, Sagunt y Canet d'en Berenguer. De ellas, 404 eran menores de edad, lo que representa un 40,5% del total. Los datos, recogidos en su Memoria Anual, reflejan la creciente presión de la exclusión social en el territorio y el compromiso de la organización con quienes más lo necesitan.
Del total de personas acompañadas, 325 eran nuevas, lo que supone un incremento del 40,5% respecto al año anterior. De estas, el 80,4% eran nuevos casos. El perfil mayoritario sigue siendo el de personas extranjeras (85%), y en muchos casos, en situación administrativa irregular (73%). Se trata principalmente de mujeres solas, familias jóvenes con hijos a cargo y personas con viviendas precarias.
Una parte destacada de la memoria corresponde a la actuación de Cáritas ante la emergencia provocada por la dana, que ha tenido consecuencias devastadoras para miles de familias en la Comunitat Valenciana. Hasta el 31 de mayo, 16.884 personas se han beneficiado de estas ayudas extraordinarias, con una inversión que supera los 13,6 millones de euros.
La catástrofe dio lugar a un nuevo perfil de solicitantes: familias que nunca antes habían necesitado apoyo social y que, tras la pérdida de viviendas, vehículos o fuentes de ingresos, se vieron abocadas a pedir ayuda por primera vez. La directora de Cáritas, Aurora Aranda, señaló además que también hubo una fuerte repercusión en personas ya atendidas previamente, cuya situación empeoró notablemente.
La actividad de Cáritas fue posible gracias al esfuerzo de 114 personas voluntarias. La entidad destaca que el 95,6% de los fondos utilizados fueron propios, procedentes de donaciones y campañas solidarias. En total, se invirtieron 84.791,71 euros, con un enfoque prioritario en atención primaria: alimentación, suministros, alquiler, medicamentos, ayudas educativas y prevención de desahucios.
Cáritas ofrece también una advertencia clara: la desigualdad se está cronificando, y los derechos básicos —vivienda, empleo, salud, educación— siguen sin estar garantizados de forma equitativa. Por eso, hace un llamado a las administraciones y actores sociales a asumir su parte de responsabilidad y poner en marcha políticas públicas estables y eficaces.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia