Carles Sánchis. EPDACarles Sanchis cumple su primer aniversario como nuevo presidente de la Junta Rectora de l’Albufera, el cual ha estado marcado por el avance de la pandemia. El responsable, que destaca su papel “mediador” en la coordinación de los diferentes intereses del parque, subraya como grandes desafíos “asegurar la calidad y la cantidad del agua” en el humedal, así como resolver la cuestión de la paja del arroz.
¿De qué manera afronta la responsabilidad de su cargo como presidente de la Junta Rectora de l’Albufera?
Asumiendo que es un cargo en el que el responsable debe ejercer funciones de mediación y debe facilitar la convivencia de distintos intereses y perspectivas que tienen todos los miembros de la Junta Rectora, para tratar de llegar al máximo posible de acuerdos de los temas que se tratan en la propio órgano.
¿Qué objetivos se ha marcado?
Contribuir, en la medida de lo posible, en la cogobernanza de l’Albufera, para que haya una mejor interacción entre todos los miembros de la Junta Rectora. Y que esta se vaya materializando en acuerdos que permitan avanzar en la mejora de la coexixtencia entre las actividades productivas y la preservación del medio natural.
La Junta Rectora estuvo casi un año sin presidente, ni reuniones antes de su llegada al cargo. ¿Cómo ha afectado a la gestión del ente?
La impresión que me transmitieron los miembros de la Junta es que es un órgano que tiene muy pocas capacidades para resolver problemas debido a que no tiene funciones de gobernanza, si no que es un ente consultivo y que las reuniones hasta ahora no han servido para desatascar los temas clave. Precisamente, es eso en lo que tenemos que trabajar, tanto yo desde la presidencia como todos y cada uno de los miembros desde sus diferentes posiciones dentro de la Junta.
¿Cuál considera que son los desafíos más importantes a los que se enfrenta el Parque Natural?
Uno de ellos es asegurar la calidad del agua, que es el recurso que condiciona la vida en el humedal. Y otro es asegurar la cantidad o volúmenes suficientes de esta para que el humedal cumpla con los servicios ecosistémicos y los servicios productivos que son necesarios. Ambas han sido mermadas gravemente en el pasado. Adicionalmente a estos, surgen otros retos, porque siempre van a haber conflictos en un espacio natural en el que conviven tantas practicas e intereses tan diversos.
Usted ha impulsado la redacción de un reglamento interno. ¿Con qué finalidad?
No es mérito mío, es una iniciativa que parte de la exdirectora del parque, Paloma Mateache. Yo la he transmitido y la Junta Rectora la ha aprobado. Un reglamento interno para regular el funcionamiento de este organismo. No existía ninguno con anterioridad y se trata de aprobarlo como ya hay en algún otro espacio natural protegido valenciano.
La falta de caudal de agua es una de las grandes amenazas que sufre l’Albufera ¿Qué medidas son necesarias para frenar este problema?
Es un debate muy complejo. De hecho, la falta de caudal es uno de los grandes problemas del humedal y ahí están los instrumentos de planificación que elabora regularmente la Confederación Hidrográfica del Jucar, que es el ámbito legal donde deben regularse estos problemas. Hay diversas alternativas en este momento a debate. Ya se ha superado la fase de alegaciones en lo que es el esquema del que va a ser el nuevo ciclo de Planificación Hidrológica 2022-2027, y así se deben definir estos aspectos de volúmenes de agua que deben entrar en el humedal de l’Albufera.
¿De qué manera afecta la falta de modernización de los regadíos de las localidades de l’Horta Sud al Parque Natural?
Que no se modernicen significa que hay más aportes de nutrientes al humedal. Pero que se modernicen significa que va a haber una reducción de entrada de agua al humedal. Lo que es deseable, como se ha acordado ya, es que haya un mecanismo de compensación en lo que se produce esta modernización, para que el agua ahorrada sea inyectada en el humedal cuando y donde sea necesaria para evitar esa posible perdida de los volúmenes de agua.
La Conselleria de Transición Ecológica ha elaborado un Estudio para la mejora en los sistemas de saneamiento ubicados en el ámbito del Colector Este. ¿Cómo han recibido la noticia?
El estudio sobre la mejora del sistema de saneamiento ha sido una de las mejores noticias que ha traído este año, si no la mejor. Ha supuesta establecer una hoja de ruta muy clara, y con unas ideas muy bien fundamentadas desde una perspectiva técnica, para dar respuesta a la situación gravísima de falta de estructuras de saneamiento que lleva adoleciendo durante los últimos años l’Albufera. Ha habido un parón de inversiones en la última década en el humedal que se debe revertir, y esperemos que los fondos del Plan de Recuperación sirvan para financiar estas iniciativas planteadas tan oportunamente por la Dirección General del Agua.
La recogida de la paja del arroz sigue produciendo problemas de aguas negras en l’Albufera. Los agricultores reclaman tomar parte en la solución del problema. ¿Cómo se les puede involucrar?
El reto de resolver la cuestión de la paja del arroz es uno de los elementos más complejos que tiene ahora mismo l’Albufera, porque hay un juego de intereses y compensaciones económicas muy difíciles de resolver. L’Albufera no es un territorio homogéneo, los arrozales altos, els tancats, las zonas bajas o medias tienen características distintas y requieren soluciones muy diversas. Hasta el momento no se ha encontrado la fórmula adecuada para poder resolver este problema. Se está trabajando en hacerlo y los agricultores que son la vía principal de esta cuestión, me consta que están interesados en resolverlo y que están implicados en estas reuniones organizadas por la Conselleria y aunque va a costar mucho, espero que den sus frutos.
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