“Con nuestros santos Patronos, San Roque se paseó por las calles de esta Villa y la epidemia cesó, no extrañéis que en este pueblo, os digamos con fervor: ¡En Casinos te aclamamos seáis nuestro protector!”.
Devoción al santo. La primera misa que se celebra a San Roque en Casinos fue en el año 1884 el día 24 de agosto y aparece inscrita con el siguiente título: “Misa con Sermón al Glorioso San Roque por la limosna recogida en el pueblo”.
Cuando hablamos del año 1885 conocemos que la epidemia del cólera morbo asiático azotó la Península Ibérica. Casinos era un pequeño pueblo y también sufrió esa epidemia. Desde el día 22 de junio hasta el 18 de julio fueron catorce personas las que fallecieron afectadas por esta enfermedad: Micaela Cervera, Ramona Solves, Manuela Muñoz, Estanislao García, Teodoro Yerbes, Juliana Soriano, Francisca Muñoz, Bonifacio García, María Rubio, Marcelina Murgui, Marcelina Ros, Juan Bautista Genovés, Fernando Latorre y Andrea Ten.
El Cura Párroco de Casinos: Don Vicente Plasencia Carceller, que anteriormente había ejercido su ministerio sacerdotal en la huertana población de Museros, en la que es patrón san Roque, hizo las gestiones oportunas para que aquella población nos cediera una imagen de San Roque, imagen que traída desde Museros, por la familia Llorens (els Borriols) en su carro, se quedó para siempre en Casinos.
De ahí que en las fiestas patronales de 1885 San Roque saliera en procesión con Santa Bárbara y el Santísimo Cristo de la Paz, en acción de gracias por el fin de la epidemia.
Casinos ama y venera a San Roque, tanto es así que desde 1885 hasta 1892 según leemos en una estrofa de los gozos, sabemos que “todos tus fieles devotos, trabajaron con ardor, por erigiros un templo en honra y gloria de Dios, Casinos tiene una ermita en tu alabanza y honor”, desde 1892 San Roque nos preside desde el monte de Chiner.
Estos gozos los escribió Francisca Feltrer, que no sabía leer ni escribir y tenía una hija: Salvadora Hilario Feltrer. Contaba su biznieta Aurora Ibáñez (hija de Carlos Ibáñez "el Fuster” y Aurora Murgui Hilario) que las niñas acudían a casa de su abuela para aprender los versos y estrofas de los gozos para cantarlos en las fiestas y que las mismas niñas los escriban según los dictaba la compositora.
La música de los mismos se cree que la escribió Don José Muñoz (el “Vicari Gros”).
Los Casinenses de entonces levantaron una ermita en honor a nuestro Co-Patrón hoy muchos años después cada dieciséis de agosto la ermita abre sus puertas para honrar a este Santo que a nadie pasa inadvertido al cruzar el montículo. Sabemos que es el que nos despide cuando salimos de Casinos y sabemos que es el primero que nos recibe al llegar a Casa.
Las blancas paredes de la ermita, como dijo Vicente Muñoz, son la “Aduana de Bondad” y cuando estamos lejos, enfermos, apartados de los nuestro, es un motivo de alegría encontrar esa aduana, fijar los ojos en ella y agradecer que volvemos a casa.
¡Cuántos secretos guardará San Roque en su sayal o en su calabaza! ¡Cuántas suplicas habrá oído de sus vecinos de Casinos! Un año más San Roque nos espera a todos y ahora que todo es tan solemne, con luz eléctrica, Banda Sinfónica animando la procesión, Marchas en honor al Santo, los Quintos y las Quintas con sus flamantes camisetas portando el anda, las Clavariesas de la Virgen de los Dolores, vendiendo rollos anisados para merendar… y San Roque desde la puerta de su casa esperándonos y presidiéndonos.
¿Quién les iba a decir a aquellos fieles devotos que tantos años después San Roque tendría tanta actualidad y protagonismo? La historia no engaña y Casinos tiene raíces muy hondas, lo demostramos cada año cuando somos convocados a vivir las fiestas patronales. ¡Casinos sabe hacer fiesta!
A pesar de los pesares, a pesar de las crisis, a pesar de los momentos difíciles, Casinos sabe honrar en la justa medida el mejor legado que tenemos: nuestros santos patronos. Que a nadie se le olvide lo efímeros que somos, todos estamos de paso, pero cuando pasamos por delante de la ermita, un trozo de nuestro corazón se queda entre esas blancas y mudas piedras.
Termino con una frase que aprendí de pequeño, pero que le di mucho valor recientemente, pues cada vez que cruzaba la carretera y fijaba mis ojos en ese horizonte que marca la ermita, repetía con voz baja, una y otra vez: “…y en la eterna gloria, con vos descansar!
Feliz día de San Roque a todos los que festejamos ¡entre vítores y aplausos! al santo protector de Casinos.
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