Imagen de Archivo de Chulilla. / EPDAChulilla es un pueblo vertebrado por el Río Turia, que destaca por su turismo rural, de naturaleza y su multiculturalidad histórica. Por la belleza de sus calles, entorno y su particular asentamiento, hacen que sea un destino perfecto para disfrutar de paisajes, hacer rutas por montaña y ser parte de un turismo sostenible.
Pasado Multicultural
Ubicada en un enclave natural privilegiado, Chulilla ha evolucionado a lo largo de los siglos con el río Turia como eje central de su desarrollo histórico. Moldeada por el río Turia, ha sido un enclave estratégico desde su origen islámico como Xulella. Su castillo y el sistema de regadío del Charco Azul marcaron su evolución, pasando de dominio musulmán a cristiano. Durante siglos, la economía del esparto y el crecimiento poblacional definieron su identidad.
En el siglo XIX, la modernización del balneario y la agricultura impulsaron su desarrollo, aunque sufrió las guerras carlistas. El siglo XX trajo emigración y cambios urbanos, con el incendio de 1994 como hito trágico. Hoy, Chulilla es un destino turístico que combina historia, naturaleza y aventura
Que hacer, ver y comer
Chulilla ofrece una combinación única de patrimonio histórico y belleza natural. Entre sus principales atractivos se encuentra el Castillo de Chulilla, una fortaleza del siglo XIV que ofrece vistas panorámicas del cañón del Turia. Además, la Iglesia de la Virgen de los Ángeles, construida entre los siglos XV y XVI, destaca por su arquitectura y valor histórico.
Para los amantes del senderismo, la Ruta de los Puentes Colgantes es imprescindible. Este recorrido de aproximadamente 10 km atraviesa el cañón del Turia mediante dos puentes colgantes, ofreciendo vistas espectaculares de las Hoces del Turia. Otra opción es la Ruta del Charco Azul, un sendero de 3,8 km que conduce a una piscina natural de aguas turquesas, ideal para un baño refrescante.
Al momento de comer, Chulilla cuenta con diversas opciones gastronómicas. El Restaurante Hoces del Turia ofrece platos tradicionales en un ambiente acogedor. Otra alternativa es el Bar Nou Cantó, conocido por su cocina local y ambiente familiar. Estas opciones permiten disfrutar de la gastronomía local tras una jornada de exploración.
Uno de los puentes colgantes. / EPDA
Paraje Natural Los Calderones. / EPDA
Comparte la noticia
Categorías de la noticia