Concentración frente a la estación de Camporrobles. Foto: AG
Llegada a Camporrobles de los manifestantes. Foto: AG
Concentración frente a la estación de Camporrobles. Foto: AG
La alcaldesa de Camporrobles, Inma Alemany, en su parlamento. Foto: AG“¡Ferrocarril público y social!” Ese era el grito más repetido durante la marcha y concentración que tuvo lugar el pasado domingo 13 de junio entre Valencia y Camporrobles. Una iniciativa cuyo objetivo fue denunciar la situación en la que ha quedado la línea convencional de tren que une Utiel con Cuenca tras la cancelación del servicio por el temporal Filomena. El Ayuntamiento de Camporrobles, la plataforma de Pueblos con el Tren, Indignats amb Renfe, Usuàries del Tren Valencià, Valencia en Bici y la Plataforma de Defensa del Ferrocarril de CGT organizaron esta reivindicación a la que se sumaron vecinos de Camporrobles con la alcaldesa, Inma Alemany, al frente.
La jornada transcurrió sin percances en un ambiente festivo, desde que a las 7.14 h de la mañana los primeros participantes en la protesta partieron de la estación de tren de Valencia con destino a Utiel. Tras una breve concentración en la propia estación, reemprendieron la marcha hacia Camporrobles haciendo antes parada en las Cuevas de Utiel. Con cierto retraso pero con los ánimos intactos continuaron hasta llegar a la estación de Camporrobles cerca de las 13 horas. Allí, los representantes de las organizaciones convocantes, realizaron sus alegatos y recordaron la importancia del tren para el interior de la provincia.
DESMANTELAMIENTO
En la cronología de los hechos recordaron que el 1 de enero de 2020, 147 estaciones, se quedaron sin personal, entre ellas, la de Camporrobles, afectando así a la seguridad y calidad del servicio, sobre todo en información, salas de espera, baños, etc. Unos días más tarde, y según acuerdo de investidura, el gobierno de la Generalitat Valenciana se comprometió a reabrir las estaciones, pero, solo lo hizo en 27 de ellas, “incumpliendo claramente el acuerdo y dando una nueva vuelta de tuerca en la asfixia que sufren las zonas rurales y poco pobladas de la España Vaciada”, lamentaron los organizadores de la marcha.
En 2013, la frecuencia de trenes entre Camporrobles y Valencia, o Cuenca, era de 4 por sentido, pero, con la entrada de las Obligaciones de Servicio Público (OSP) en junio de 2013, se suprimieron 40.000 trenes anuales en toda la Red de ferrocarriles, y la frecuencia quedó en tres por sentido. Con la llegada de la pandemia, se dejó solo un tren por sentido. Restablecida la ‘nueva normalidad’, la frecuencia quedó en dos servicios por sentido, pero, solo hasta la llegada de la borrasca Filomena, que paralizó el servicio, al igual que en buena parte de la Red Ferroviaria.
También recordaron que el tramo de línea entre Utiel y Cuenca es el que peor se encuentra de todo el estado español, por el que se circula a 60 km/h por mal estado de la infraestructura, “y en el que no se ha invertido ni un euro desde hace décadas, lastrando el tiempo de viaje entre estas dos poblaciones, a más de 2 horas, y más de 4 horas, desde Valencia a Cuenca”, recalcaron.
La reapertura del servicio se considera esencial para las comarcas de interior, ya que estas estaciones y apeaderos dan servicio a sus localidades y a la comarca en general. “Además el olvido que se refleja en esta línea, acentúa más si cabe la despoblación de la España vaciada y contribuye a crear más diferencias”, añadió la alcaldesa en su parlamento. “Cuando se hizo la remodelación de la Estación se anuló una vía y desde entonces no hay cruce de trenes. Por eso conformamos la agrupación Pueblos con el tren. Desde los años 50 en que se construyó, no se ha invertido en renovar las infraestructuras, continúan las traviesas de madera, el tren circula a 55-60 km/h, por lo que trasladarte a Valencia te cuesta dos horas y media y cuatro a Cuenca. Nos acordamos de la España vaciada pero no invertimos en ella. El AVE fue un poco enterrarnos en este sentido” expuso la primera edila.
“Reivindicamos, también, medidas encaminadas a ampliar el servicio ferroviario entre Camporrobles, Utiel y Valencia, que con una mínima inversión, solamente con las traviesas que hay almacenadas desde hace décadas en la estación de Utiel, se podrían cambiar los 20 km que unen Utiel y Camporrobles, o siendo más ambiciosos todavía, con las 294.000 traviesas que se cambiaron entre Valencia y Castelló, se podían haber cambiado hasta Cuenca”, recordaron desde la Plataforma Pueblos con Tren desde donde apuestan porque la estación de Camporrobles sea el final de la C3 y por una intervención “hasta que se restablezca de nuevo el servicio Utiel-Cuenca”, haciendo que 2 de los 5 trenes que llegan a Utiel tuvieran el final del servicio en Camporrobles, que pasaría a duplicar el servicio “sin ningún coste económico o, mejor dicho, mínimo, ya que habría que mantener el personal en la estación de Camporrobles”.
Tras un paseo en bici y una reparadora comida, la expedición regresó a Utiel y llegó a la estación de Valencia pasadas las 19.30 horas.
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