La formación Cuidem Godella y un grupo de ciudadanos ha organizado una concentración para mostrar su oposición al Mirador de l'Horta que contempla el proyecto de carril bici diseñado por la Conselleria de Transportes y que, según afirman, destruirá el paisaje y causará problemas a vecinos y agricultores.
La cita será este sábado a las 12 del mediodía en el mismo lugar donde está prevista su construcción, en el cruce entre la calle Pensamiento y Santa Teresa.
La conselleria de Transporte durante la pasada legislatura empezó las obras de un carril ciclopeatonal que comunicará Quart de Poblet con Massarrojos, atravesando diversos pueblos de l’Horta Nord, entre ellos Godella. Las obras en su paso por la calle Pensamiento tienen la oposición del vecindario, que no fue consultado, como señalan los organizadores de la concentración.
Un mirador "innecesario"
De este modo consideran que el carril bici es "totalmente innecesario, dado que son calles con muy poco tráfico y sería más apropiado y barato la reconversión en ciclo-calle y, no hacer un mirador totalmente desproporcionado de más de 200 metros cuadrados de superficie, elevado más de un metro y que ocupa prácticamente todo el espacio desde donde aún hoy se puede disfrutar del magnífico paisaje de la acequia de Moncada, la huerta y el skyline de Godella con la iglesia, la torre de Misildo (único Bien de Interés Cultural) y los jardines traseros de la calle
Mayor".
Desde Cuidem Godella, advierten de que, con el apoyo de los vecinos, "presentamos una alternativa que nunca recibió contestación de conselleria ni de Alcaldía, pero tras las fiestas navideñas se han reanudado las obras para llevar a término el proyecto inicial sin ninguna modificación".
Molestias al vecindario
Además, señalan que "este atentado al paisaje, a la huerta y al vecindario que lo sufrirá, va a conllevar además múltiples molestias". "Desde ruidos por la noche por convertirse en lugar para llevar a cabo botellones y todo tipo de actividades incompatibles con la tranquilidad, hasta problemas para los agricultores, que verán sus campos y huertos reconvertidos en espacios a los será mucho más fácil acceder y generar problemas", añaden.
A lo que hay que sumar, tal y como advierten "los considerables gastos de mantenimiento que esta desproporcionada estructura metálica ocasionará a las arcas municipales".