Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
Coronavirus: ¿Se puede pasear a un perro y no a un niño autista?
Este domingo a algunos Padres de Personas con Autismo se les amenazaba con multas por sacar por las inmediaciones de su casa a su hijo discapacitado
0
VICENTE CLIMENT - 16/03/2020
Logotipo de APNAV. EPDA
El Real Decreto publicado este fin de
semana para afrontar la lucha contra el coronavirus COVID-19
restringe notablemente la movilidad de quienes vivimos en España.
Todos hemos sido llamados primero, y obligados después -so pena de
sanciones- a confinarnos cada uno en su casa. Y Dios en la de todos.
Muy bien. Es necesario. Ya nos hemos manifestado suficientemente este
mes, y ahora toca quedarse en casa.
De la prohibición de salir del hogar
salvo por razones de fuerza mayor (ir a por comida o medicinas, ir al
médico, y poco más) se libran también quienes vayan a la
peluquería o a pasear al perro. Este domingo algunos miembros de
APNAV, Asociación Valenciana de Padres de Personas con Autismo, han
visto con sorpresa cómo se les reconvenía e incluso amenazaba con
multas por sacar por las inmediaciones de su casa a su hijo
discapacitado. Ojo, que no se habían ido a la playa. La extensión
de su paseo era equivalente a la del de un vecino con perro.
Las personas autistas no son como el
resto. Especialmente las que padecen autismo profundo o severo.
Muchas de ellas sencillamente no pueden permanecer encerradas durante
semanas en casa sin grave riesgo de lesionarse a sí mismos o a las
personas que conviven con ellas. Se ponen muy nerviosas, y no hay
manera de tranquilizarles con buenas palabras. Cualquier médico, de
esos a los que aplaudimos cada noche, puede certificarlo.
Quienes detentan responsabilidades en
el actual operativo de lucha contra la pandemia deben advertir a los
agentes de la autoridad de la existencia de estos casos (varios
centenares de personas autistas sólo en la ciudad de València). Y
las fuerzas de seguridad y los militares que puedan encontrárselos
deben actuar con un poco de humanidad. Como están haciendo con
quienes pasean a sus perros.