Altar mayor de la Iglesia Este año, sin diferentes paneles explicativos
en las columnas de la iglesia que nos hablan de la vida de San Francisco y de
una forma clara y sencilla nos lo explicó el Padre Guardián: Fernando Hueso en
la homilía de la santa misa.
2023-2026 -Un Centenario articulado y celebre
en varios centenarios.
La Regla de San Francisco fue aprobada por el
Papa Honorio III con la Bula Solet Annuere, del 29 de noviembre de 1223.
"La Regla y Vida de los Hermanos Menores
es ésta: guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo viviendo en
obediencla, sin nada propio y en castidad. El hermano Francisco promete
obediencia y reverencia al señor Papa Honorio y a sus sucesores”.
Llamamos Regla de San Francisco al documento
aprobado por el Papa Honorio III con la Bula Solet Annuere, del 29 de noviembre
de 1223, hace ahora 800 años.
1223-2023 EL BELEN DE GRECCIO.
Unos quince días antes de la Navidad del Señor
del año 1223, Francisco hizo llamar a su amigo Juan Velita, señor de Greccio,
con la siguiente encomienda: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta
del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar.
Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de
alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue
reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno”.
Tomás de Celano, primer biógrafo de san
Francisco, nos lo cuenta como si de un testigo presencial se tratara: “Muchas
veces, al querer mencionar a Cristo Jesús, encendido en amor, le dice «el Niño
de Bethleem», y, pronunciando «Bethleem» como oveja que bala, su boca se llena
de voz; más aún de tierna afección”.
1225-2025 CÁNTICO DE LAS CRIATURAS.
“¡Loado mi Señor.
Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y
flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor los males corporales y la tribulación
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: iloado, mi Señor!”
“IMPRESIÓN DE LAS LLAGAS”.
Las antiguas biografias nos cuentan que san
Francisco de Asis, tras un intenso periodo de actividad apostólica, se retirò a
una montaña llamada el Alvera para realizar una cuaresma de ayuno y oración en
honor a San Miguel, como era su costumbre.
Precisamente en este contexto de silencio y
oración, el 14 de septiembre de 1224, san Francisco tuvo la visión de Cristo
crucificado que imprimió sus llegas en el cuerpo de Francisco.
CELEBRACIÓN DEL TRÁNSITO DE SAN FRANCISCO.
«Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la
muerte corporal». Caía la tarde del día 3 de octubre de 1226.
Puesto desnudo sobre la desnuda tierra,
despojado de la túnica de saco, volvió el rostro al cielo y dijo a los
hermanos: “He concluido mi tarea; Cristo os enseñe la vuestra".
Los pocos días que faltaban para su tránsito
los empleó en la alabanza, pronunciando el salmo 141 "Clamé al Señor con
mi voz, con mi voz supliqué al Señor" e invitando a sus hermanos y a todas
las criaturas a alabar a Dios.
Llegó por fin la hora y, cumplidos en él todos
los misterios de Cristo, voló felizmente a Dios.
De una forma sencilla esta carteleria nos habla
de los momentos de la vida del santo. De ahí el título de la crónica, es
una buena ocasión para visitar este monasterio desde cualquier lugar de la
geografía valenciana, pues esta rodeado de frondosa naturaleza y profunda
historia ya que fue fundado por Maria de Luna, esposa de Martin I de Aragón con
motivo de la pacificación de Sicilia.
Donó los terrenos para el monasterio Jaumeta de
Poblet, viuda de Pedro Guillermo Catalán, señor de Gilet, que heredó la
propiedad junto con su hija Juana, confirmando esta donación el Papa
Benedicto XIII en el año 1403.
Cuenta el monasterio con una sencilla y moderna
hospedería que atiende al visitante que quiere que encontrar paz y serenidad,
sin olvidar la cocina que ofrece el familiar Padre Ángel, que nos ilustra en
diferentes televisiones y libros de recetas de cocina, con exquisitos menús
cargados de variada y sencilla riqueza gastronómica.
Siempre es un buen momento visitar el
Monasterio de Santo Espíritu de Gilet.
José Salvador Murgui Soriano
Comparte la noticia