Césped artificial. -EPDAUna de las grandes preocupaciones de los futbolistas,
especialmente a partir de las categorías no profesionales y el fútbol base, es
el riesgo de lesiones por jugar en superficies que en su mayoría son de hierba
artificial. De hecho, en los últimos meses, jugadores de Segunda B han debatido
en la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) cómo se pueden mejorar estos
campos desde este punto de vista.
El Instituto de Biomecánica (IBV), único laboratorio español
acreditado por FIFA para ensayos de productos de hierba artificial, está
trabajando para mejorar la seguridad y rendimiento, así como la durabilidad, de
las superficies deportivas de césped artificial.
En concreto, dentro del proyecto safesport2, que
cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE),
el centro ha creado nuevas herramientas que permitirán a los fabricantes
desarrollar nuevas fibras más seguras, durables y que ofrezcan a los
deportistas una experiencia de juego más satisfactoria gracias a mejorar el
manejo y control del balón.
En palabras del director de Innovación en Deporte del IBV,
Enrique Alcántara, el objetivo ha sido “estudiar cómo deben ser las fibras
de césped artificial para que la superficie pueda mantener unas condiciones
óptimas de comportamiento durante toda su vida útil, realizar pruebas y
validarlas”. Para ello, IBV ha desarrollado en este proyecto nuevas
metodologías para caracterizar la fibra de césped artificial mediante análisis
de imágenes de alta velocidad.
Dos empresas han colaborado con el IBV en este proyecto, Realturf
y Cespeval, que han participado en la validación de los resultados.
Mientras, el trabajo de experimentación se ha llevado a cabo
en terrenos de juego de la Fundación Deportiva Municipal de Valencia,
Godella, La Pobla de Vallbona y Paiporta. En estos ensayos han participado
jugadores de Tercera Regional, Regional Preferente y Juveniles División de
Honor.
Fibras optimizadas a cada uso
Según el estudio realizado, el comportamiento del balón o su
facilidad de manejo, tienen una gran influencia en la percepción de la
jugabilidad de un terreno de juego. “Éste depende mucho de la fibra del
césped artificial y su verticalidad, lo que pone de manifiesto la importancia
de un diseño óptimo”, añade Alcántara.
Gracias a este trabajo, los fabricantes de hierba artificial
podrán desarrollar diseños innovadores de fibras con formas optimizadas para el
tipo de uso y usuarios al que se destinen. Por su parte, las empresas
instaladoras y de mantenimiento, así como gestores de instalaciones deportivas,
podrán tener a su disposición productos más duraderos.
Estas actividades están enmarcadas en el proyecto safesport2
(IMDEEA/2019/100), que ha sido financiado por el programa 2019 de ayudas
del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) dirigido a
centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos
de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas,
cofinanciado en un 50% por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo
Regional (FEDER).
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