Fotografía facilitada por la Policía Nacional tras la detención de un pederasta. EFE/Archivo
Un hombre de 53 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a dos años de prisión por poseer y compartir pornografía infantil con terceros tras su descarga a través de internet.
En concreto, el procesado disponía de distintos elementos informáticos en los que almacenaba hasta 1.668 vídeos en los que aparecían menores practicando sexo y en situaciones degradantes.
No obstante, la sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Segunda, acuerda la suspensión de la pena de privación de libertad por un tiempo de cuatro años, de modo que no se producirá su ingreso en un centro penitenciario, siempre que no vuelva a delinquir en ese periodo.
La Audiencia de Alicante concede ese beneficio después de que el acusado asumiese la autoría de los hechos y mostrase su conformidad con la versión mantenida por la Fiscalía.
La resolución judicial detalla que la Unidad de Control de Ciberdelincuencia detectó la descarga de material pornográfico desde el ordenador del procesado, por lo que solicitó una orden judicial de entrada y registro en su domicilio, situado en el municipio alicantino de Sant Vicent del Raspeig.
Ese registro se produjo el 6 de mayo de 2022. En él, los agentes hallaron un ordenador, 21 discos duros y una memoria externa, en los que se almacenaba los ya citados 1.668 vídeos de contenido pedófilo.
Según el fallo, existían evidencias de que al menos 29 de ellos habían sido compartidos con terceros a través de aplicaciones del tipo ‘peer to peer’ y que en 62 aparecían menores sometidos a “trato vejatorio”.
El procesado permaneció en prisión provisional tras ser arrestado, entre el 28 de mayo y el 7 de junio de 2022.
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