De izquierda a derecha: el concejal delegado para la Reconstrucción, José Luis Ramos; el alcalde de Riba-roja, Robert Raga; un agente de la Policía Local; y la concejal de Seguridad Ciudadana, Raquel Pamblanco. / Foto. Borja Pedrós
Rueda de prensa para presentar la segunda fase del Plan Centinela. / Foto: Borja Pedrós
Uno de los carteles que se instalará en las inmediaciones del río Turia advirtiendo sobre los peligros en el cauce tras la dana. / Foto: Borja Pedrós
Un alcalde muestra al agente la imagen de un dron sobre el río Turia en tiempo real. / Foto: Borja PedrósUn año después de los incendios que obligaron a evacuar a más de 3.000 vecinos en Riba-roja de Túria, el municipio da un paso más en su apuesta por la seguridad con la puesta en marcha de la segunda fase del Plan Centinela. El Ayuntamiento ha desplegado tecnología pionera como el sistema Guardian y drones de vigilancia diurna y nocturna, ha reforzado la seguridad con hidrantes y ha anunciado la activación canales de información directa con la ciudadanía. Además, el Consistorio exige a la Generalitat Valenciana y a la Confederación Hidrográfica del Júcar mayor coordinación y actuaciones urgentes como la construcción de badenes en el río Turia y la limpieza del cauce, fundamentales para ganar tiempo y eficacia ante futuras emergencias.
La amenaza no es menor. Riba-roja es la zona más antropizada del Parque Natural del Turia: la que más viviendas tiene dentro del entorno natural. Cerca de 4.000 personas viven en urbanizaciones directamente integradas en el parque fluvial, expuestas a riesgos constantes como incendios, inundaciones o accidentes en zonas de baño. De ahí, la urgencia por dotar a la ciudad de un sistema avanzado que no solo reaccione, sino que anticipe y prevenga.
Los cañones son capaces de lanzar por minuto el agua equivalente a tres camiones de bomberos
La joya tecnológica del plan municipal es el sistema Guardian, pionero a nivel mundial. Consiste en 20 torres distribuidas por urbanizaciones como Els Pous, Masía de Traves y València la Vella, que son capaces de lanzar por minuto el equivalente en agua a tres camiones de bomberos. Usan agua no potable —y potable si es necesario— y cumplen una doble función: prevención, mojando la vegetación en zonas de riesgo cuando se detecta peligro, y extinción, actuando de forma automática cuando el fuego ya ha comenzado. "Donde está el Guardian, no están los camiones, que pueden ir a otro sitio", ha resumido el alcalde, Robert Raga.
La vigilancia aérea se ha reforzado con drones de última generación, dentro del programa de la Policía Local que el equipo municipal ha bautizado como 'los ojos en el cielo'. Los dispositivos sobrevuelan tanto de día como de noche las zonas logísticas y forestales más expuestas a incendios y también ayudan a prevenir robos. Todos los agentes han sido formados específicamente para el uso de esta tecnología.
Las infraestructuras también han mejorado. En total, Riba-roja cuenta ahora con 480 hidrantes, esenciales para que los bomberos recarguen agua. De ellos, 24 han sido instalados en el último año, seis de ellos en zonas forestales especialmente vulnerables.
Además de proteger, el plan quiere implicar a la ciudadanía. Se han puesto en marcha sesiones gratuitas para vecinos sobre cómo actuar en situaciones de emergencia, cómo proteger sus viviendas y cómo reaccionar ante un incendio. También se está desarrollando un sistema de avisos directos vía WhatsApp y SMS, voluntario, distinto al ES-Alert. Asimismo, se están probando sistemas de megafonía en urbanizaciones y áreas industriales para facilitar la comunicación en tiempo real.
Peligro extremo por bañase en el río Turia este verano
Con la llegada del verano, otro de los focos del plan es evitar el baño en el río Turia, una práctica que, tras el paso de la dana, se ha vuelto especialmente peligrosa: bajo el agua puede haber cristales, hierros o restos vegetales ocultos. Por eso, se desplegarán equipos informadores y se reforzará la señalización con cartelería específica para advertir a la población.
A nivel operativo, el municipio cuenta desde este año con un nuevo retén de bomberos forestales en València la Vella, dedicado a tareas de vigilancia y prevención durante toda la campaña de incendios.
Aunque la gestión de emergencias corresponde a la Generalitat Valenciana, Riba-roja ha querido demostrar que no se queda de brazos cruzados. "No hablamos de promesas, presentamos lo que hemos hecho", ha dicho Raga. "Cada euro que invertimos en un dron es un euro que invertimos en la seguridad de nuestros vecinos".
Badenes inundables sobre el río, una demanda que agilizaría la actuación en emergencias
En esa línea, el Ayuntamiento ha reclamado con insistencia a la Generalitat y a la Confederación Hidrográfica del Júcar una mejor coordinación para ejecutar badenes inundables en el río Turia, que permitirían a los vehículos de emergencia cruzar de una orilla a otra en cuestión de segundos. “El tiempo, en un incendio, lo es todo”, ha recordado el alcalde. También ha solicitado la limpieza urgente del cauce del río como medida de prevención.
Riba-roja ha recibido los fondos estatales para la reconstrucción del Parque Natural del Turia. De los 16 millones gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar para actuaciones en entono fluvial protegido, 14,5 millones se han destinado a este municipio. De ellos, 1,5 millones se han invertido en empleabilidad, contratando a 80 personas durante ocho meses para trabajos de reconstrucción y recuperación del entorno natural.
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