El escritor Carlos Pérez de Ziriza, durante su entrevista con EFE. EFE/Ana EscobarAsí lo corrobora
'Morrissey y los Smiths. Tanto por lo que responder' (editado por la valenciana
Efe Eme) gracias a la labor documental de su autor, el crítico musical Carlos
Pérez de Ziriza (València, 1973), quien a través de 230 páginas -que se
terminaron de editar el día que Morrissey cumplía 65 años, el 22 de mayo-
desgrana el porqué de un fenómeno cultural que empezó en las catacumbas del
'indie' como género propio y llegó a ser el referente global del mejor pop-rock
con una incontable descendencia.
Una luz que nunca se
apaga
Como cantaba Morrissey
en 'Cemetry Gates', de su considerada obra maestra 'The Queen is dead' (1986),
'a las puertas del cementerio, Keats y Yeats están a tu lado, y Wilde junto a
mí', una declaración de intenciones literarias que no era la primera de su
obra, pero sí dejaba claro que las referencias culturales del tándem que
formaba con el guitarrista Johnny Marr -que desde la disolución de la banda ha
tenido proyectos paralelos en Electronic y The The, así como en solitario- iban
a ser piedra angular de su discografía.
Y es que al margen de
los "apóstoles" (como le gusta a Morrissey denominar a sus fans) que
les siguen, tanto al grupo que marcó una época entre 1983 y 1987 como al
solista que abrió desde entonces una etapa con altibajos pero siempre polémica,
admirada y bajo la lupa de la crítica, el universo Smiths lleva aparejado desde
sus inicios una pléyade de acólitos que, generalmente en la adolescencia pero
no solo en ella, han visto en sus letras y melodías una tabla de salvación para
intentar entender su mundo.
"Su mensaje es
atemporal, sirve para cualquier época", señala a la Agencia EFE Pérez de
Ziriza, crítico en medios como El País, Rockdelux, Efe Eme o Mondosonoro, quien
ha sido fiel seguidor del grupo y de su solista desde que era adolescente pero
que deja claro que no es mitómano, y menos a la hora de afrontar esta obra, la
segunda sobre los Smiths y Morrissey en su haber tras otra monografía editada
en 2005, y quien ha seguido al trovador mancuniano en diferentes conciertos y
festivales.
Y no es mitómano
porque no le tiembla el pulso a la hora de mandar a galeras algunos de los
últimos discos de Morrissey, poseedor de una personalidad apabullante y
generador de llamativos titulares, quien a lo largo de cuatro décadas ha
abanderado desde la ambigüedad sexual hasta el derrotismo sentimental, la
defensa de los derechos de los animales, la provocación ideológica o el culto
al hampa, siempre desde el baúl poético de su incomprendida adolescencia.
El 'bocazas' ataca de
nuevo
Este ídolo de masas en
horas bajas -ahora no tiene contrato discográfico pero sí material suficiente
para al menos un par de discos nuevos, según desvela en la entrevista-
sobrevive gracias a su inconfundible voz, su carisma en directo y la legión
incontable de admiradores que, haga lo que haga, le seguirán a todas partes e
intentarán subirse al escenario como sea para darle un abrazo y creer que su
vida ya ha valido la pena.
La guinda del autor a
este marcaje musical y vital se halla en este nuevo libro, con una extensa
entrevista donde el coautor de "Bigmouth strikes again", siempre
esquivo, proclive a teatralizar el drama personal y estrella indie del negocio del
espectáculo, como un Elvis de la era Thatcher, la era Bush y la era Trump
(muchas eras pero nada que ver con las de la última gira de Taylor Swift, a
quien tachó de "fraude" en 2015), se sincera ante él.
Este libro busca ser
una obra de referencia -pero alejada del enciclopedismo- para los fans, y
también tanto una introducción didáctica para quienes apenas conocen el
universo Smiths-Morrissey como un ensayo periodístico y emocional para entender
la evolución de todo un fenómeno sociocultural.
Cada día es como un
domingo
Este empezó en
Manchester en 1983, dio el salto discográfico desde un pequeño sello
independiente (Rough Trade) y tocó poco después las mieles del éxito en Gran
Bretaña y muchos países europeos. Hasta en España, con un concierto histórico,
multitudinario y gratuito en el madrileño paseo de Camoens en las fiestas de
San Isidro de 1985 que TVE emitió en directo.
El éxito masivo en
América no llegaría hasta que Morrissey se instaló en Los Ángeles a principios
de los 2000 y pergeñó allí su gran resurrección musical con 'You are the
quarry' (2004), el disco que le devolvió a las portadas y, sobre todo, le abrió
las puertas a la comunidad latina. En el libro se explica, precisamente, el
éxito que ha tenido desde entonces en países como México, donde hasta se hacen
discos de tributo a Moz, como se le conoce popularmente.
"La música de los
Smiths envejece mejor, fue tan perfecta que no le dio tiempo a oxidarse",
señala el autor a EFE. Su breve y fructífera trayectoria no tuvo bajón alguno
de calidad, algo que sí se le puede achacar a Morrissey durante su etapa en
solitario.
En ella ha terminado
teniendo el orgullo "un poco herido" por la presencia mediática de
Johhny Marr, quien reivindica también su peso en el papel creativo del grupo.
Andy Rourke (bajo, fallecido en 2023) y Mike Joyce (batería) nunca tuvieron ese
aura en la banda, y de hecho ambos terminaron desquiciando judicialmente a
Morrissey.
Para la posteridad
seguirán quedando las epopeyas musicales que marcaron a varias generaciones,
como 'There is a light that never goes out', 'How soon is now', 'This charming
man' y 'Please, please, please, let me get what I want' o, ya en solitario,
'Everyday is like sunday', 'Suedehead', 'First of the gang to die' o "The
last of the famous international playboys". La adolescencia aún tiene
donde refugiarse.
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