El nuevo mural de Torrent. EPDA
Apostando
por la creatividad y el arte urbano, el Ayuntamiento de Torrent, a
través del departamento de Juventud, convocó el pasado mes de
septiembre las bases para el quinto concurso de Pintura Mural
“TorrentJove, La pared pintada”. En la iniciativa, que fomenta el
arte entre la juventud, han sido seleccionados el
colectivo artístico NSN997, Juan Conde de Ben y Diego Heredia, que
llenarán de color, alegría y creatividad las paredes de la capital
de l’Horta Sud. De igual manera, los premiados recibirán una
dotación económica de 7.000 euros. Los emplazamientos que se han
elegido para la ocasión es la calle San Amador, la calle Espartero y
el almacén de la Cámara Agraria. La concejala de Juventud, Marina
Olivares, ha señalado que “desde el ayuntamiento queremos fomentar
la creatividad y las expresiones artísticas entre los más jóvenes,
al mismo tiempo, que convertirnos Torrent en un espacio para
disfrutar del arte moderno y urbano”.
La
semana pasada se iniciaron los preparativos para comenzar las obras
artísticas, cuyo proceso de pintura durará todo el mes de
diciembre, y los artistas ya han se han puesto manos a la obra para
dar color las paredes seleccionadas. El colectivo
artístico NSN997, formado por Michelangelo Marra, Roberto Norelli y
Francesco Minopoli, realizará su proyecto Positive Torrent en la
fachada de un edificio próximo a la estación Metro Torrent.
La pintura que proponen es la de una comunidad
positiva. Un patrón en blanco y negro donde todos los personajes
donan algo y reciben. Dos manos comparten una forma. El amarillo oro
que representa el “valor” que se encuentra en el intercambio.
Otro patrón donde todos los personajes trabajan al mismo propósito
comunitario. Patterns, figuras, objetos y lettering todos en una
misma composición similar a la de un cómic, creando una historia.
NSN997 es el nombre que estos tres artistas le dieron a su colectivo
en 1997, cuando empezaron con el “writing” en Nápoles. Después
de años separados se vuelven a reunir como colectivo en Madrid, en
2014. Comienzan entonces a desarrollar sus grafitis para llegar a los
actuales Positive Pattern. Patrones figurativos que representan una
sociedad positiva y cohesiva. Figuras blancas y figuras negras
opuestas que se juntan. Dibujan imágenes dirigidas al espacio
público que hablen de lo público. Un discurso sobre la sociedad
como colectividad y los temas sociales, multiculturalismo y melting
pot cultural. Intentan representar una redefinición de los valores y
el equilibrio utópico entre opuestos. Se dedican a crear imágenes
que hablen de la sociedad intentando representar la complejidad de la
misma. Influye en su estética la experiencia laboral en el mundo del
diseño gráfico y la comunicación.
El
segundo seleccionado es Juan Conde de Ben, es un artista urbano
Montevideano, influenciado desde temprana edad por los cómics, su
estilo es variado pero con foco en la creación de personajes.
Comienza a pintar graffiti con crew del sur a los 16 años, ha
viajado a distintos eventos internacionales, pintando en ciudades
europeas y sudamericanas. Sus herramientas son el aerosol y la
pintura latex. Elige las calles por su fluidez, su tránsito, su
cambio constante y el diálogo directo que existe con sus habitantes.
El solo hecho de tomar las calles como lienzo para su obra es
considerado como una herramienta de cambio positivo en la rutina
diaria de las ciudades. Actualmente trabaja en distintos proyectos de
forma independiente vinculados con el mural, la pintura y el diseño,
y también trabaja como tallerista, transmitiendo el conocimiento
adquirido por la experiencia dentro de la cultura hip hop y la
pintura urbana. Forma parte del colectivo de hip hop “Oriental 34”
y la crew de graffiti “El Team”.
Su
propuesta El bosque nos remite a la naturaleza, tan amada como
despreciada por los humanos que en el afán de obtener poder olvidan
su nobleza e importancia. Pero en su esencia, nos dice el artista, el
humano se encuentra volviendo a ella, buscándola para vacacionar,
desconectar y encontrar la felicidad junto a ella. Un bosque en medio
de la ciudad nos recuerda nuestra esencia y simpleza, nuestros
verdaderos anhelos, la importancia y la belleza de lo natural.
El
último artista, Diego Heredia, se presenta con su nombre artístico
“Digo Diego” y su propuesta “Ofrendas de un barrio”.
Madrileño afincado en Valencia, comienza su faceta artística como
autodidacta, siendo la cultura urbana la que le permite crecer,
siempre influenciado por su gran compromiso social. Vinculado
principalmente al espacio público, establece dos vías claras de
desarrollo interconectadas: su trabajo más personal como artista, y
procesos de intervención comunitaria donde el aspecto pedagógico se
suma. Sus acciones en el trabajo más íntimo, dentro del paisajismo
que encontramos en las ciudades contemporáneas, se sirven del mismo
como una clara denuncia a los modelos de urbanismo. Se trata del
canal escogido para el establecimiento de procesos comunicativos con
la ciudadanía. Desde la simplicidad de la forma y el color,
geometría y abstracción se dan de la mano en sus composiciones,
dando voz a un lenguaje emocional derivado de las relaciones del ser
con uno mismo, entre nosotros y con el medio.
Ofrendas
de un barrio se convierte en metáfora de las relaciones sociales que
ocurren, desde el amor, en nuestra ciudad a diario. Pequeñas
acciones que, valoradas individualmente, pueden llegar a ser
insignificantes, pero entendidas como parte de un todo, representan
el valor de nuestra sociedad. Geometría y abstracción para alzar la
voz: un mensaje de amor y unidad. La respuesta ciudadana que nos
permita enfrentarnos a las adversidades globales que suceden en la
actualidad. Comunicación afectiva que nos acerque a la justicia
social.
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