El artista urbano Dulk durante la presentación de la exposición "Rondalla del Fang" en el Centre del Carme Cultura Contemporània. EFEEl artista urbano valenciano Antonio Segura "Dulk"
exhibe en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) la exposición
"Rondalla del fang", una instalación mural inmersiva que invita al
público a conocer "la belleza y la problemática medioambiental" de
l’Albufera de València.
La exposición, que contiene una conexión narrativa, plástica y conceptual con
el mensaje de la Falla Municipal 2021, diseñada a su vez por Dulk, es una
experiencia que combina arte mural, música y literatura en una instalación
inmersiva que invita al público a formar parte de la obra artística.
La exposición podrá verse desde el día 12 de marzo al 17 de octubre, lo que la
convierte en la muestra más prolongada del centro cultural, según han informado
en un comunicado.
El director del CCCC, José Luis Pérez Pont, ha presentado este martes la
exposición, acompañado por el concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de
València, Carlos Galiana; el comisario de la muestra, Fran Picazo, y el propio
Dulk.
El trabajo del artista urbano ha rescatado "el formato típico del cuento
valenciano", y ha sido calificado como "un metarrelato sumido en un
ambiente inmersivo" que se encuentra en la sala 2 del Centre del Carme.
Pérez Pont ha señalado que esta exposición, "a caballo entre una
instalación plástica y un montaje escénico", ha transformado la
perspectiva del enclave natural, en la que el artista valenciano sitúa a las
personas "como pequeños seres entre las gigantescas especies animales que
habitan l’Albufera".
"Su propuesta busca poner una semilla también en el corazón de todas y
todos los valencianos, de amor y de respeto por este paraje tan nuestro",
ha defendido el director.
Ha comentado que gracias al trabajo de Dulk se ha conseguido generar relaciones
entre la experimentación y el acercamiento a artistas valencianos "que
poseen una gran proyección internacional", ya que éste ha expuesto en
Nueva York, Los Ángeles o Miami, además de Canadá o Costa Rica, en los que ha
colaborado con iniciativas medioambientales.
El comisario de la muestra ha explicado que "Rondalla del fang" sitúa
al espectador en un "universo creativo" que posee "personajes
fantásticos en forma de animales y plantas con un bello lenguaje que solo su
pincelada puede incorporarles".
Los muros de la sala recrean fondos acuáticos, amaneceres y ocasos bañados de
luz, mediante transiciones de colores, una composición dinámica que busca
mostrar la esencia de los matices de dicho entorno.
Según el artista, "para la gran mayoría de los valencianos la asociamos
más con ir a tomar una paella al Palmar y desconocemos toda la historia de este
lugar", donde especialistas estudian los ciclos migratorios de las aves, y
ha resaltado sus especies más representativas, además de las invasoras, la
problemática de la escasez de agua.
También ha destacado la colaboración de especialistas que viven y que trabajan
en l’Albufera con los que han contactado para conocerla en profundidad y que
están "muy satisfechos de haber puesto su granito de arena en el
proyecto".
La exposición se completa con una composición musical y un cuento de la
escritora Mar Benegas, a modo de "rondalla", que sirve de hilo
conductor a la composición artística; "cuento onírico y surrealista"
que el público podrá escuchar en su teléfono móvil durante su visita mediante
un código QR instalado a la entrada de la sala.
En la primera sala el espectador encontrará la instalación "1 %" y
que hace referencia a que solo ese porcentaje de la superficie de l’Albufera
"está protegida como reserva natural".
Además, una concentración de aves en torno a un último reducto de tierra, entre
las que hay calamón, anade real, chorlitejo patinegro o pato colorado, quedan
enmarcadas en una intervención pictórica que plasma en sus murales la
transición entre el amanecer, atardecer y una luna llena, a través de un
tratamiento de la imagen que crece a desde una pequeña isla de tierra árida en
el centro de la sala.
El visitante verá al fondo de la pequeña porción de agua de la primera
instalación, un flamenco con la cabeza sumergida en busca de comida, y junto a
él, una pareja de "samarucs", peces típicos de l’Albufera.
"En el fondo de l'Albufera", en la segunda sala, muestra las amenazas
que sufren las especies que la habitan y hace hincapié en la contaminación, la
escasez y la falta de calidad de su agua.
En la base de la composición, una diana formada por tierra en diferentes
estados, simboliza el punto de mira en el que se encuentran las especies de la
escena.
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