Pleno del ayuntamiento,. /EPDA El pleno del Ayuntamiento de València ha dado luz verde esta mañana, con los votos a favor del equipo de gobierno (Compromís y PSPV) y el rechazo de la oposición, al presupuesto del Ayuntamiento para 2022, que por primera vez los mil millones de euros, un 10,5 % más que los de este año, y que tienen como objetivo la recuperación económica y social de la ciudad en el contexto de pandemia.
El pleno también ha acordado la plantilla de personal municipal para el año próximo, que contempla, entre otros, la incorporación de más de 230 policías y el refuerzo del servicio de licencias, han informado fuentes municipales.
El presupuesto general municipal para 2022 se sitúa en 1.010.878.200 euros, es decir 96 millones más que este año, con la mirada puesta en la reactivación económica de València en el marco de la crisis provocada por la covid-19. Esta cifra permitirá que el año que viene haya un gasto por habitante de 1.263 euros.
Como datos principales, crece en un 12 % la cuantía dedicada a servicios sociales y también se duplican las partidas para la promoción de los sectores económicos, de hasta los 40 millones de euros, de forma que suben las inversiones destinadas al comercio hasta los 13 millones de euros y a la promoción económica hasta los 15 millones.
Destaca el incremento de los recursos municipales derivado de las entregas por anticipado del Estado, los 8,5 millones de euros del retorno del IVA de 2007, los 15,9 millones de transferencias de la Generalitat y los 60 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation.
Dentro de la partida de gastos, el de personal crece en 19 millones de euros; el corriente suma 37 millones de euros más; el de capital (inversiones) aumenta en 31,5 millones de euros, y el financiero se engrosa con otros 8,3 millones. Se prevé que la deuda esté a finales del 2022 por debajo del 30 %.
El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha destacado que se trata de un presupuesto “histórico” y que València es “líder” en la recuperación económica. En ese sentido, se ha referido a los datos de personas empleadas y cotizantes de la ciudad, este último, “el más alto desde 2010”.
El edil ha recalcado que “llevamos dos años congelando todos los impuestos y tasas” para ayudar a los sectores más afectados por la pandemia y promover la dinamización económica, y ha mencionado el contrato programa de servicios sociales a través del cual el consistorio recibirá 82,4 millones de euros de la Generalitat en cuatro años.
Los grupos de la oposición han votado en contra de los presupuestos por sus discrepancias con la política fiscal del equipo de gobierno, entre otros aspectos. La portavoz del PP, María José Catalá, ha criticado los “más de 500 millones de euros de impuestos y tasas, 36,3 más que el año pasado, que pagarán los vecinos de València”, mientras que “solo se destina el 2 % de lo recaudado a ayudas al comercio, la hostelería, la actividad económica”.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, ha asegurado que los presupuestos no afrontan “retos”, como la construcción de residencias para personas mayores en los barrios, políticas de salud mental o el cheque escolar universal., mientras que Vicente Montañez, de Vox, ha calificado las cuentas municipales como “desalmadas y carentes de coherencia con la realidad económica y social”,.
ORDENANZAS FISCALES
Con el apoyo del equipo de gobierno y el rechazo de la oposición, el pleno ha acordado definitivamente la Ordenanza fiscal general y la modificación de las ordenanzas fiscales reguladoras del impuesto sobre bienes inmuebles, el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana, el impuesto sobre actividades económicas, y el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras.
También se ha aprobado provisionalmente la modificación de la Ordenanza fiscal reguladora de la tasa por estacionamiento de vehículos en la vía pública, en este caso, con los votos a favor de Compromís y socialistas, el voto en contra del Partido Popular, y la abstención de Ciudadanos y Vox.
MOVILIDAD
En la última sesión plenaria del año, se ha abordado la modificación de la Ordenanza de movilidad para incluir la regulación de los VTC (vehículos de transporte con conductor). La propuesta se ha adoptado por mayoría, con la abstención de Populares y el voto en contra de Vox. La norma establece una hora mínima que tendrá que transcurrir desde la reserva del vehículo hasta la prestación efectiva del servicio. Además, los VTC no podrán estacionar en la vía pública y tendrán prohibido aparcar a menos de 300 metros de lugares de concentración y generación de personas usuarias (puertos, estaciones, centros comerciales y de ocio, centros deportivos, centros sanitarios, hoteles de más de 400 plazas y paradas de taxi de más de nueve plazas).
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