Una imagen del barranco en las últimas lluvias de abril. EPDALos vecinos del barrio de Les Barraques de Catarroja ya no pueden más. "Estamos hartos de las inundaciones y de los malos olores", señalan desde la asociación vecinal Recuperem Les Barraques, que preside Toni Morellá.
Los problemas de esta zona de la ciudad, centrados en la calle Pelayo, junto al barranco que les separa de la localidad de Albal, se han visto agravados con la dana y, pesar de que el Ayuntamiento está acometiendo una obra de emergencia, los residentes claman por una solución definitiva.
Históricamente, cada vez que llueve se reproducen continuamente inundaciones debido a los colectores de la vecina población de Albal, y a que el agua de pluviales que rebosa de ellos va a parar directamente a este vial, alzando las trapas de las alcantarillas y uniéndose a aguas fecales, lo que provoca serias molestias a los cerca del centenar de vecinos que residen en las fincas a pocos metros del canal y también a una parte de la barriada. Con la dana, el problema se ha agravado porque la red de alcantarillado de Albal se ha resentido considerablemente.
Esta fue uno de los sectores de Catarroja más castigados por la riada donde llegaba el agua procedente de la avenida Rambleta, buscando su curso natural. Su furia aquel 29 de octubre se llevó por delante la vida de un vecino, arrastrado por la corriente, destrozó viviendas y un restaurante, que sigue derrumbado y con un coche en su interior, y arrancó la fachada de uno de los edificios.
Las heridas causadas todavía son muy visibles y los vecinos conviven con ellas a diario, pero las últimas lluvias del mes de abril agrietaron todavía más la paciencia de sus residentes.
"Agua verde estancada"
"Hemos estado casi dos semanas con agua verde estancada", comenta el presidente de la asociación Recuperem Les Barraques, Toni Morellá, "ya es una cuestión de salud pública", advierte y pide que los ayuntamientos de Catarroja y Albal colaboren para poner fin al problema.
Mientras recorre la calle, unos operarios con una cuba trabajan desembozando de toallitas una de las alcantarillas de la calle Pelayo, algo muy usual como asegura Toni. El olor en todo el vial es nauseabundo. "Con esto tenemos que vivir todo el barrio", asegura y confirman otros vecinos que pasan por la zona que remarcan que la situación es límite. "El agua estancada atrae también a los mosquitos y ahora que viene el verano se va a complicar", explican.
"Sabemos que el Ayuntamiento de Catarroja se ha implicado y está trabajando para solucionarlo, pero no queremos parches, sino una solución definitiva que pasa porque Albal también colabore", añade Morellá, persiguiendo su objetivo de reactivar el barrio de Les Barraques.
Y es que el valor de estas viviendas también sufre las consecuencias, teniendo en cuenta el estado del entorno en el que se encuentran. Además, tras la dana se han cerrado dos negocios ubicados en la zona, que no volverán a abrir.
Actuación de urgencia
El Ayuntamiento de Catarroja está realizando obras para cubrir el cauce con arena en pendiente, para evitar las acumulaciones de agua, y después se echará una capa de grava, como explica la alcaldesa, Lorena Silvent. Por su parte, Albal prevé desviar provisionalmente el exceso de agua hacia las acequias anteriores a la calle Pelayo.
No obstante, Silvent matiza que se trabaja en un proyecto mucho más ambicioso por un importe de cerca de 50 millones, elaborado antes de la dana, para triplicar la capacidad del colector, pero este implica a otros organismos como Adif y el ministerio, porque la canalización deberá cruzar las vías del tren y la Pista de Silla para llegar hasta la depuradora de Pinedo.
La alcaldesa apunta a que "llegamos incluso a pedir a Albal los permisos necesarios para ejecutar nosotros las obras" y "solicitamos informes de Salud Pública y Servicios Sociales por la impacto que tiene en las personas", en respuesta a las reivindicaciones vecinales.
Tras la dana, Catarroja ve una oportunidad. "Ahora tenemos la inversión del Estado por la riada que asciende a 138 millones, pero necesitamos que las contrataciones no se dilaten y poder actuar de emergencia", comenta y explica que se solicitará una mesa de trabajo liderada por otra administración superior para agilizar los trámites.
En este sentido, se ha convocado una reunión el próximo 8 de mayo con la Epsar, la dirección general del agua y los dos ayuntamientos con el fin de barajar propuestas para poner fin a una reivindicación histórica de los vecinos de Les Barraques.
Los operarios desembozan una alcantarilla de toallitas. A.D.
El restaurante destrozado con un coche en su interior a la otra parte de la carretera. A. D.
Una de las casas destrozadas. A. D.
El estado actual, con las obras. A. D.
La fuerza del agua dejó a la vista el ladrillo de la fachada del edificio. A. D.
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