Un instante de los festejos de los "bous al carrer" en Port de Sagunt en una imagen del año pasado. / RUBÉN AMAYA (@rubefotos) El debate ha saltado, una vez más, a las calles de la Comunitat Valenciana. El resultado: sociedad y partidos políticos divididos. La recién nombrada vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, se estrenaba hace unos días por la puerta grande abriendo pie a debatir sobre la prohibición de los ‘bous al carrer’. Unas declaraciones que enervaron a muchos y esperanzaron a otros pero que no surgieron de la nada: en los festejos taurinos de este año ya han fallecido siete personas y otras muchas han resultado heridas. Entre los heridos, algunos menores de edad —uno de ellos, un vecino de Estivella de 15 años en los ‘bous’ de Gilet—. Además, unos cuantos toros y vacas han caído desplomados muertos, como el de Algar.
Las reacciones a las declaraciones de la vicepresidenta, replicadas por otros miembros de Compromís y, además, de Ximo Puig (aunque luego reculó) no tardaron en darse. Las fuentes municipales consultadas por El Periódico de Aquí con respecto a este tema han sido claras y, en general, coincidentes. Esta tradición está muy arraigada en el Camp de Morvedre. De hecho, en absolutamente todos los municipios de la comarca se celebran los ‘bous al carrer’.
“Mientras haya una normativa autonómica que permita los ‘bous al carrer’ y en mi ciudad se cumpla, se mantendrán”, expresa rotundamente la concejala de Fiestas y Cultura Popular de Sagunt, Asun Moll. De hecho, la edil asegura que en la capital del Camp de Morvedre el debate ni siquiera se ha planteado. “Me guste o no me guste esta fiesta, no soy nadie para prohibirla mientras no se incumpla ninguna regulación”, asevera Moll. No se prevé, por tanto, ningún referéndum a nivel local.
Tanto en los fetejos taurinos de Sagunt como en los de Port de Sagunt “se ha garantizado la seguridad”. Además de los voluntarios de las peñas, se desplegaron varias patrullas de la Policía Local. “Eso no garantiza que no haya accidentes, pero sí que se puedan evitar: puedes morir en un accidente de tráfico yendo a 60 km/h, pero es más probable que ocurra si vas a 140”, expresa Asun Moll.
En cuanto a Canet d’en Berenguer, población con mucha tradición taurina y que celebra precisamente estos días sus fiestas patronales, también, su concejal de Fiestas, Eduardo Almor, traslada a este medio que la postura del equipo de gobierno municipal es muy semejante a la de Sagunt. “No hay lugar al debate mientras los vecinos de Canet no pidan ese debate”, expresa. Tampoco ningún referéndum “porque no hay petición de hacerlo”. Eso sí, este año desde el Ayuntamiento se ha hecho más hincapié en extremar las precauciones y se ha mantenido una reunión especial con colaboradores taurinos y peñas. Asimismo, además de que el concejal de Fiestas se asegurará in situ de que se cumplan las medidas de seguridad junto con los técnicos, se desplegarán varios policías locales —algunos, vestidos de paisano—.
Por su parte, Carlos Gil, diputado autonómico y alcalde de Benavites, única población de la comarca donde gobierna la derecha, expresa: “este es un debate exterior, artificial, pretencioso y oportunista que se ha inventado, otra vez más, como todos los años por estas fechas, Compromís para intentar acabar con una tradición que como otras quieren eliminar y nosotros queremos mantener”. Dicho lo cual, Gil explica que la postura del Ayuntamiento y, según el primer edil, de la mayoría de vecinos y vecinas es que la tradición de mantenga. “Prohibición, a santo de qué. Es una fiesta que lleva muchos años y que cumple con un nivel de normativa muy estricto y riguroso que tanto instituciones, organizaciones como peñas cumplen a rajatabla”.
Carlos Gil enumera los motivos por lo que no aboga por su prohibición: “la normativa es muy estricta; hay un sector económico que mueve los bous al carrer y prohibirlo significaría que se quedasen sin trabajo; prohibirlos es sinónimo de no proteger a los animales porque nadie va a criar un toro si no se puede hacer negocio con él; todo el que acude a una fiesta de bous al carrer sabe a lo que va: es una actividad de riesgo que por muy regulada que esté no podemos evitar que pueda haber un percance, y los hay (también en otras actividades, aunque parece que pasen desapercibidas)”.
Las autoridades municipales consultadas para este artículo coinciden en la posibilidad de revisar la normativa, de manera que sea más estricta para evitar daños personales y animales como los que han estado aconteciendo en las fiestas locales de este verano en la Comunitat Valenciana.
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