La catedral "de gom a gom". FOTO J. PEIRÓ/AVAN
El arzobispo de Valencia. FOTO J. PEIRÓ/AVANCentenares de inmigrantes y refugiados han celebrado
el domingo por la tarde en Valencia su Jornada Mundial con una misa presidida por el
cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la iglesia de
Santa Catalina, en la que el purpurado ha realizado un llamamiento a
“abrir nuestras puertas a Jesucristo” y a “ser misericordiosos y no
tener miedo en la acogida a los refugiados”.
Según
el Cardenal, con el que han concelebrado la eucaristía una quincena de
sacerdotes, “los signos o fenómenos de la descristianización y el olvido
del hermano que vemos hoy en nuestra sociedad- pese a sus raíces
cristianas- no pueden ser pretexto para una resignación conformista o un
desaliento paralizador”.
Al
contrario, “urge un nuevo esfuerzo creador en la evangelización de
nuestro mundo” para “hacer posible una humanidad nueva hecha de hombres y
mujeres nuevos que se aman y que viven como hermanos”, ha añadido.
Por
ello, “por muchas que sean las sombras que aparecen en el panorama, no
hay motivos para el desaliento”, porque también “son más los motivos que
tenemos en nuestro mundo, como la fe, y es necesario “reavivarla” y que
“se muestre en la caridad y en la misericordia”.
“Los inmigrantes necesitan de nosotros”
Durante
su homilía, el Arzobispo de Valencia ha asegurado que “hoy, presentamos
nuestra súplica por los inmigrantes y refugiados”, porque necesitan
“acogida, amor, solidaridad, cercanía y la misericordia”, porque les
falta “calor y cobijo de hogar” y “necesitan sencillamente de
nosotros”.
Así,
“ante tantas carencias y problemas que se nos presentan en este mundo,
ante tantos retos y desafíos", lo que nos puede salvar “no son fórmulas
mágicas” sino “una persona, Jesucristo, y su certeza de que Él está con
nosotros”.
Previamente al inicio de la ceremonia, el sacerdoteOlbier
Hernández, director del Secretariado Diocesano de Inmigrantes y
Refugiados del Arzobispado de Valencia, ha recordado la labor puesta en
marcha junto a diversas entidades de la Iglesia y religiosos para la
ayuda y acogida del inmigrante y refugiado y, a continuación han
ofrecido su testimonio un palestino y un camerunés que han relatado su
experiencia personal de fe y sus vivencias hasta llegar a Valencia.
La
misa, organizada precisamente por el Programa Diocesano de Pastoral
con Inmigrantes, ha contado con la participación de inmigrantes y
refugiados, que han portado una treintena de banderas de sus países de
origen, así como también de valencianos familiares emigrantes “que
comparten con ellos a lo largo del año inquietudes y luchas para mejorar
sus condiciones de vida”, han añadido a AVAN fuentes de la
organización.
Igualmente,
antes de finalizar la ceremonia desde el Programa Diocesano de Pastoral
con Inmigrantes sus representantes han animado a vivir y a actuar desde
el Evangelio de la Misericordia para la ayuda e integración del
refugiado e inmigrante que “tienen el derecho de ser acogidos”.
Asimismo, han hecho un llamamiento a las autoridades o instituciones
europeas para “agilizar trámites o permisos” porque desde “hace medio
año muchas familias que se han ofrecido a acoger refugiados se
encuentran todavía a la espera”.
Tras
la misa, inmigrantes de México, Colombia, Ecuador, Filipinas así como
representantes de la comunidad africana han realizado, además, una
muestra de folclore con la representación de varios bailes regionales.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia