El coro "Ginés Pérez de la Parra" del Conservatorio Profesional de Música de Orihuela actuará en la Gran Iglesia de Rovaniemi, en Laponia, el 17 de febrero

Presentación/EPDA

Tras cantar en la Catedral de San Pedro del Vaticano en Roma, en la Catedral de Córdoba, en el Altar Mayor de la Catedral de Notre Damme en París y en la Catedral de San Esteban de Viena, el coro Ginés Pérez de la Parra actuará dentro de unas semanas, el 17 de febrero, en la Gran Iglesia de Rovaniemi, en la lejana Laponia.

Así lo ha confirmado hoy su directora, Rosario Torres Salinas, quien ha trabajado incansablemente para que este magnífico coro se escuche en tan importantes y conocidos lugares llevando el nombre de Orihuela fuera de nuestras fronteras.

El coro “Ginés Pérez de la Parra” surgió bajo el lema `Todos somos uno’ y con el especial objetivo de “crear un coro con el que dar cabida al canto coral dentro del espacio educativo del Conservatorio Profesional de Música de Orihuela”, ha explicado su directora, quien ha añadido que “la ilusión e inquietud de todos los integrantes del coro han hecho posible la realización de estas actuaciones internacionales en estos lugares que han oído resonar bajo sus bóvedas la música interpretada por estos jóvenes e inconformistas intérpretes, con la exigencia y el desparpajo que son propios de los grandes profesionales y que han llevado el nombre de Orihuela y de su conservatorio al lugar que culturalmente se merecen”.

Ahora, el Círculo Polar Ártico es su siguiente reto, ya que este próximo jueves 17 de febrero ofrecerán un concierto en la Gran Iglesia de Rovaniemi.

Esta iglesa fue terminada en el año 1950, fue diseñada por el arquitecto Bertel Liljeqvist. En su interior tiene un fresco de catorce metros de altura obra del profesor Lennart Segerstale, titulado «La fuente de la vida», donde se describe la vida cotidiana. En la parte superior de la sala, justo frente al altar, se encuentra ubicado el órgano. Este órgano fue diseñado y construido en Dinamarca y se estrenó en febrero del año 1987. Tiene cuarenta y cinco registros, tres teclados, pedalero y más de cuatro mil tubos.

Gracias a la buena acústica, la iglesia de Rovaniemi también se usa para conciertos como el que ofrecerá el coro oriolano.