Carmina Llopis. / EPDA Las cifras de personas
fallecidas a causa del COVID19 se cuentan por cientos
diariamente en nuestro país.
A consecuencia del aislamiento
y debido al alto grado de contagio que tiene el virus, los
fallecimientos se están produciendo en soledad, sin acompañamiento
de seres queridos.
Despedir y aceptar una pérdida importante es una de las
experiencias más dolorosas a las que nos podemos enfrentar ya que la persona debe elaborar
una respuesta adaptativa en la que se distinguen varias fases:
negación, ira o
enfado, negociación, depresión y aceptación.
Ante las circunstancias actuales, es posible que algunas
de las fases propias del duelo se bloqueen o se alarguen más de lo habitual, dando
lugar a un duelo complicado.
¿Qué hacer si nos encontramos en esta situación?
Es recomendable: Aprovechar las formas de
comunicación a distancia. En muchos hospitales se está poniendo en marcha el uso de tablets y móviles para
favorecer el contacto entre el paciente y los familiares.
Esto puede resultar de gran ayuda, mediante reuniones virtuales se puede
compartir sentimientos.
No debemos dejar de realizar rituales de
despedida. Los velatorios, funerales y demás rituales son
importantes para poder despedir al ser querido e iniciar el proceso de duelo. Actualmente,
no podemos hacerlo en el momento del fallecimiento, pero si podemos posponerlo
al momento en el que podamos llevarlo a cabo.Que haya pasado más
tiempo del normal no implica que no tenga sentido realizar esos rituales de
despedida.
Se debe favorecer la expresión emocional a
pesar de la situación y las restricciones. Para ello, podemos
ayudarnos de la escritura y redactar una carta a la persona fallecida o
mediante fotos y objetos, recordar al ser querido.Es importante no culpabilizarnos por no haberlo acompañado
en estos momentos y
ser conscientes de que hemos estado a su lado a lo largo de todo su ciclo
vital.
Hay que evitar pensar en las condiciones y el modo en el
que ha fallecido. Nuestros héroes sanitarios le han cuidado y acompañado por
nosotros.
Un proceso de
duelo requiere tiempo. Nos vamos a sentir
tristes, pero necesitamos avanzar, seguir haciendo cosas para poder seguir
viviendo. Hay que intentar alcanzar un equilibrio entre
llorar a nuestro ser querido y continuar con nuestra vida.
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