El desempleo registrado en la Comunitat Valenciana durante el mes de julio desciende en 9.622 personas

El desempleo registrado en la Comunitat Valenciana durante el mes de julio muestra un descenso en 9.622 personas, un 1,85% menos, lo que viene determinado por la temporada estival y el buen año de actividad turística; es decir, que es empleo que, en su mayor parte, desaparecerá una vez terminado este periodo. Con todo, es un dato positivo puesto que es sensiblemente superior al registrado en la media de España, donde el descenso se cifró en un 1,02%.

Un elemento fundamental para explicarse el comportamiento del mercado laboral valenciano es el abuso en la contratación de la temporalidad, ya que de los 135.075 contratos realizados durante este mes, el 94% de ellos era temporal (127.037). A lo que debe añadirse que del total de la contratación el 84,5% se concentra en el sector servicios, donde la temporalidad es aún mayor con un 94,8%.

Además, hemos de tener en cuenta que el dato es menor que el registrado en el mismo mes del año pasado, cuando el descenso se situó en 10.710 personas, lo que deja el número total de personas desempleadas en 509.558, un 4,61% más que el de julio de 2010, tres décimas por encima de la media española durante el mismo periodo.

Por sectores, el descenso está protagonizado por servicios con 5.960 personas menos que hace un mes, mientras que en la industria descendió en 1.582, en la construcción en 1.193, en la agricultura en 70 y entre el colectivo sin empleo anterior en 817; mientras que el descenso del desempleo fue ligeramente mayor entre los hombres, con 4.891 desempleados menos, que entre las mujeres con 4.731.

Por provincias, destaca el mejor comportamiento de mensual en Castellón donde se triplica la media, con un 3,76%, y el flojo comportamiento de Valencia donde el descenso se queda en el 0,95% y en Alicante fue del 2,43%.

Así, los datos de este mes revelan los efectos nocivos de las políticas de ajuste sobre el mercado laboral, con un objetivo de reducción del déficit público, sin tener en cuenta ningún otro parámetro social o económico, cercenando las posibilidades de crecimiento sostenido, equilibrado y duradero, y el rotundo fracaso de una reforma laboral impuesta que, ni ha servido para crear empleo, ni para reducir la temporalidad.

Por tanto, para el sindicato, no se alcanzarán los objetivos de crear un empleo de calidad, o el tan necesario cambio del modelo productivo mientras no se produzca un cambio significativo en las políticas económicas, tanto nacional como autonómica, que se ocupen de una vez por todas de la recuperación de la actividad y por tanto, del empleo.