Lugar donde irá ubicada la planta fotovoltaica. / EFELa planta fotovoltaica anexa a la gigafactoría que Volkswagen instalará en Sagunt y que alimentará a la fábrica ha puesto al Ayuntamiento y a la Generalitat Valenciana en bandos contrapuestos. La junta de gobierno del Consistorio de la capital del Camp de Morvedre ha emitido a Conselleria un informe de Urbanismo desfavorable al espacio fotovoltaico tal y como el Proyecto Territorial Estratégico (PTE) ahora mismo lo contempla. La institución autonómica de Transición Ecológica, sin embargo, califica dicho documento de “no vinculante” y Presidencia garantiza su continuidad.
La emisión del informe se encuentra dentro del plazo de alegaciones para la aprobación del PTE, abierto hasta el 12 de diciembre y prácticamente desde que la multinacional alemana confirmó finalmente la futura fábrica. El gobierno municipal, encabezado por el socialista Darío Moreno y con Compromís y Esquerra Unida de socios, si bien aplaude la gigafactoría, considera que la planta fotovoltaica adjunta tendrá un elevado impacto ambiental y territorial.
El primer motivo para el tripartito: sus “desmesuradas” dimensiones. En concreto, son alrededor de cuatro millones de metros cuadrados los que se verían afectados. Son, en palabras del concejal de Urbanismo en Sagunt, Quico Fernández (Compromís), “incompatibles” con el planteamiento urbanístico del ejecutivo local. Un tamaño “injustificado y prescindible” para el correcto funcionamiento de la fábrica. Y es que dichos terrenos, ubicados en las zonas de Gausa y Montiver, están ocupados en la actualidad principalmente por campos agrícolas. En la misma línea, desde Esquerra Unida destacan el efecto que provocará la destrucción de tal superficie: “se trata de un terreno catalogado como de alto valor agrológico y, además, en producción”.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Sagunt justifica su alegación remitiéndose a los planos del proyecto de conexión eléctrica entre ambas plantas, la fotovoltaica y la de Volkswagen. Su instalación se efectuará gracias a casi 17 kilómetros de cables soterrados que discurrirán a través de viales, carreteras e, incluso, de parte del propio casco urbano del Port de Sagunt. En concreto, la conexión oeste tocará parte del patrimonio municipal y, según el gobierno saguntino, supondrá una “ocupación privativa” no contemplada en la ordenanza de la localidad.
Desde EU, además, instan a la Generalitat a “empezar por zonas degradadas o por instalaciones ya hechas que puedan tener un segundo uso que partan de la innovación tecnológica si se quiere apostar por las energías renovables”. En específico, el partido propone la explanada de más de 700.000 metros cuadrados propiedad de la Autoridad Portuaria de Valencia y que actualmente alberga un aparcamiento de vehículos. “Tenemos infinidad de espacios públicos y privados que se han de priorizar antes que la tala de cientos de miles de árboles”, expresan desde el grupo municipal.
El informe que pone objeciones a la ubicación de la planta fotovoltaica y a través del cual el concejo saguntino muestra su descontento por no haber sido consultado en su planificación no es vinculante, tal y como ha recordado la Generalitat Valenciana, aunque sí obligatorio. A pesar de ello, el dictamen no ha sentado bien al ejecutivo autonómico. Y es que podría transmitir falta de coordinación e inseguridad entre ambas administraciones, del mismo signo político, sobre el macro proyecto de Volkswagen. Un proyecto que generará más de 19.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos y que supondrá la mayor inversión industrial de España con más de 4.500 millones de euros de por medio.
A pesar de que lo que más suene del informe emitido por el Ayuntamiento de Sagunt sea el impacto negativo de la planta fotovoltaica, enfatizan que el dictamen es “favorable en los aspectos más importantes”. El proyecto de la gigafactoría es un proyecto que generará miles de puestos de trabajo y miles de millones en actividad económica, pero el papel del consistorio es garantizar que sea lo más óptimo posible para la ciudad.
El jefe del Consell valenciano, Ximo Puig, aseguró que el ejecutivo autonómico ha trabajado "todo lo posible" para que la gigafactoría esté "lo más rápido posible" y se cumplan "todos los plazos". Así, ha resaltado que el Consell "ha cumplido antes, ahora y lo seguirá haciendo" con los plazos y que esta planta que tiene que debe alimentar a esta gigafactoría seguirá adelante: "Está en un sitio ya acordado y tiene que ver en la descarbonización, que es en lo que estamos, en conseguir disminuir combustibles fósiles y tener más autonomía" energética.
Los partidos de la oposición en Sagunt no coinciden con las alegaciones presentadas por PSOE, EU y Compromís. Desde el Partido Popular, su portavoz, Sergio Muniesa, considera que la situación “está lejos de dar seguridad y tranquilidad” a la multinacional, sobre todo después de que Volkswagen amenazara hace un mes con dar marcha atrás en el proyecto: “son más incertidumbres y no son nada deseables”. Además, Muniesa alude a la “descoordinación injustificable” que se ha mostrado entre Ayuntamiento y Generalitat. Al grupo segregacionista de Iniciativa Porteña, por su parte, le ha molestado que el tripartito haya actuado “de espaldas al resto de representantes municipales y sin pasar el asunto por comisión para ver la posición del resto de grupos políticos”. Además, los segregacionistas porteños tildan de “guiño electoral” a los agricultores y a los ecologistas el informe. Asimismo, ambos partidos echan en cara al equipo de gobierno que para que la planta se considere de autoconsumo, debe de estar a no más de 10 kilómetros de la fábrica de Volkswagen.
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