Infografía con información económica de la emancipación de los jóvenes valencianos con datos del Consell Valencià de la Joventut./ANA GAUSACH La difícil relación entre los jóvenes valencianos y la vivienda continúa, así lo revela el informe de emancipación elaborado por el Consell Valencià de la Joventut que corrobora que solo un 15% de las personas de entre 16 y 29 años habían conseguido independizarse de casa de sus padres a finales de 2022.
Pese a los malos datos, la cifra supone un aumento del ratio de emancipación juvenil en la Comunitat Valenciana con respecto al primer semestre de ese año, al pasar de un 13,4% a un 15% de población juvenil valenciana emancipada.
No obstante, a pesar del incremento, el dato continúa estando por debajo de la media estatal que se sitúa en el 15,9% y que ubica las cifras de emancipación valenciana entre los territorios en cola en España
En concreto tan solo Andalucía, Extremadura (14,1%), Castilla la Mancha (13,3%), Aragón (13,8%), Asturias (14)%), Cantabria (13,7%) y País Vasco (14,4%), tendrían ratios por debajo de la media de la Comunitat Valenciana.
PRECIOS ALTOS
El incremento y la recuperación de la autonomía residencial de la población joven de la Comunitat Valenciana se ve apoyada por cuestiones como la fuerte creación de ocupación, especialmente en la administración pública, así como la reducción de manera sustantiva del subempleo, la sobrecualificación y la temporalidad.
Aun así, el principal enemigo de los jóvenes a la hora de acceder a una vivienda son los precios completamente disparados tanto de los alquileres como de la vivienda en venta.
Y es que, el aumento del precio de vivienda en alquiler en el territorio valenciano se disparó un 15,4% interanual, alejando los precios de los datos asequibles que el territorio tenía hace unos diez años.
MÁS ALQUILER QUE COMPRA
Esta realidad provoca que los jóvenes valencianos tengan que destinar un 70,4% de su salario si quieren emanciparse a solas, lo que fuerza al que puede hacerlo a optar por opciones más asequibles como compartir vivienda.
Más difícil es incluso para este grupo población acceder a una vivienda en régimen de compra.
La opción de emanciparse mediante la compra de una vivienda por hipoteca implicaría que una persona joven valenciana tendría que ahorrar 3,1 sueldos anuales completos para pagar la entrada, lo que obliga a que esta opción solo esté abierta para aquellos que cuentan con ayuda de sus padres o parejas.
Es por ello que la gran mayoría de jóvenes emancipados se ven forzados a hacerlo a través del alquiler.
Casi una de cada dos personas jóvenes valencianas independizadas se encontraban en régimen de alquiler (47,3%).
Además, el 38,2% lo hacían compartiendo piso; cifra que se disparaba entre la franja de edad más joven (16 a 24 años), situándose en un 61,3%.
Si comparamos la situación del coste de compartir piso entre las tres provincias de la Comunitat Valenciana, en Valencia suponía el 34,5% del sueldo de una persona joven, era 10 puntos superior al de Castelló (23,9%) revelando la heterogeneidad de la región. Por su lado, en Alicante compartir piso suponía dedicar el 31,3% del sueldo de una persona joven.
En cuanto a la vivienda en propiedad, el 21,8% de las personas jóvenes emancipadas del territorio valenciano tenía una con hipoteca vigente (frente al 16% de media en España), por lo cual la subida de tipo de interés pudo afectar más a la juventud valenciana, costándole un 5,9% más que un año antes.
PRECARIEDAD LABORAL
La delicada situación económica que atraviesa este sector de la población es la causa principal de la dificultad a la hora de independizarse.
El 2022 cerró con un fuerte incremento de la población activa joven, un 12,3% más que en 2021. Esta subida se debió, principalmente, al aumento de la ocupación joven, que subió un 14,6% durante el año, mientras que se registraba un aumento del 6,0% en el total de jóvenes en paro.
No obstante, profundizando en los datos de ocupación juvenil, hay que destacar que, todavía uno de cada dos trabajadores jóvenes tenían una jornada a tiempo completo, lo que supone que el 33,1% de las ocupaciones eran parciales.
Además, el 43,4% de las personas jóvenes con un contrato a tiempo parcial en la Comunitat lo tenía de manera involuntaria, es decir, querían tener un contrato a tiempo completo, pero no se les ofrece la posibilidad de un contrato a ocho horas que ocupe toda la jornada laboral.
A finales de 2022, el 16,7% de las personas jóvenes que trabajaban en la Comunitat se encontraban subocupadas. Así mismo, la sobrecualificación era del 47,9% de las personas jóvenes con estudios superiores acabados.
Sobre los tipos de contrato, destaca también la vulnerabilidad en esta franja de edad, pues la tasa de temporalidad se situó para estos en el 40,8% (estando en 2021 en el 60%) después de una reducción del 26,1% en el número de personas jóvenes con un contrato temporal.
Los efectos de la reforma laboral también se vieron en la contratación registrada. Así, en el cuarto trimestre de 2022, en la Comunitat se firmaron 523,3% más de contratos indefinidos que el año anterior.
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